Michael Roberts
Karl Marx nació hace 200 años. Y hace poco más de 100 años, el economista, del siglo 20, John Maynard Keynes escribió acerca de la contribución de Marx: “¿cómo puedo aceptar una doctrina (Comunista), que con su Biblia está más allá de la crítica y además es un libro obsoleto, que no sólo es científicamente erróneo sino que no tiene aplicación en el mundo moderno”.
Esta claro que Keynes tenía una pobre opinión de las ideas de Marx . También se puede apreciar en este otro comentario de Keynes.:“¿ no puedo adoptar un credo que exalta a un inculto proletariado por encima de la burguesía y la intelectualidad, – que pese a todos sus defectos- ofrecen calidad de vida y llevan las semillas de todo logro humano? “
Keynes se constituyo como el ideólogo de la preservación del capitalismo y su clase dominante ( con todos sus defectos) en oposición al “inculto proletariado”. Esta fueron mis primeras palabras en la conferencia Marx 200 años de Berlín, organizado por el Instituto Rosa Luxemburg.
En mi intervención exprese lo que pensaba de Marx y de Keynes. Expuse por qué estoy convencido que las ideas de Marx son fundamentales en el análisis del capitalismo y son la base para su superación mediante la acción política. En mi opinión, es necesario explicar las diferencias entre ambos economistas ya que el análisis dominante – del capitalismo – adoptado por los movimientos obreros de las principales economías capitalistas (especialmente por los líderes de esos movimientos)es la teoría y la política keynesiana…y no los análisis de Marx. En realidad Marx ha sido ignorado o se ha desestimado.
Durante el debate el profesor Radhika Desai no estuvo de acuerdo conmigo. Para él, las similitudes entre Keynes y Marx son mayores que las diferencias. Esta claro que este una discusión necesaria porque la influencia de Keynes (un partidario de la clase dominante) sigue siendo importante en las Izquierda . Esto ocurre a pesar que Keynes estaba decidido a borrar la influencia de Marx en el movimiento obrero y en los estudiantes de economía, como lo demuestran las citas anteriores.
Observemos brevemente las similitudes y diferencias entre estos dos de los grandes economistas políticos de los últimos 200 años.
Los partidarios de las similitudes afirman los siguientes acuerdos; tanto Marx como Keynes piensa que hay algo mal con el capitalismo. Tanto Marx como Keynes sostienen la tesis de la tasa decreciente en la teoría de ganancia. Tanto Marx como Keynes querían la “socialización de la inversión”. Tanto Marx como Keynes aspiraban y esperaban a la “eutanasia del rentista” ( son palabras de Keynes), en otras palabras, la desaparición del capital financiero.
Pese de la temprana jubilación que hace Keynes de los estudios de Marx, los partidarios de Keynes afirman con los diagnósticos hecho por Keynes tenían muchos en común con Karl Marx . Yo tengo una opinión diferente , la mirada de los partidarios de las similitudes es insuficiente o es muy superficial.
En la conferencia, expuse en detalle cómo Keynes rechazó la teoría del valor (tanto la clásica como la de Marx) y porqué consideró marginal la teoría de la plusvalía .
Para Keynes, no existía la explotación de la fuerza del trabajo, no había plusvalía extraída de una mano de obra, no remunerada de la clase obrera. Según su opinión las ganancias provienen de la inversión capital. Los trabajadores reciben salarios por su trabajo; los banqueros ganan intereses por los préstamos que conceden y los capitalistas obtienen beneficios por la inversión.
Se trata de los “factores de producción” según la opinión estándar de los economistas del sistema. De esta manera desde el principio, Keynes niega que existe la explotación en el modo de producción capitalista; el mercado decide y en el mercado hay un intercambio libre y justo: los beneficio son para el capital y los salarios para los trabajadores.
Por supuesto quien ha leído las ideas de Marx, sabe que esto es un disparate y se trata simplemente de la apología de la dominación del capital. ¿ De dónde obtiene los beneficios los capitalistas? Para los economistas del sistema no hay una explicación, pero sí existe un intercambio libre y justo de los productores básicos del mercado.
Realmente Keynes – y la perspectiva convencional – justifican el dominio del capital (y con ello, la desigualdad de ingresos y riqueza) y niegan una realidad palpable: un pequeño grupo controla los medios de producción y obliga al resto, a todos nosotros, a trabajar para sobrevivir. De hecho, Keynes sostuvo: “por mi parte, creo que no hay justificación social y psicológica en las significativas desigualdades de ingresos y riqueza, este tipo de grandes disparidades no existen en la actualidad. Hay valiosas actividades humanas que para su plena realización requieren del dinero y de la propiedad privada para obtener la riqueza de la naturaleza”.
Luego está la llamada tasa del lucro o ganancia. Los que sostienen que Marx y Keynes coinciden en su crítica al capitalismo les cautiva señalar que Keynes aceptaba la teoría de una tasa decreciente de la ganancia, al igual que Marx.
Pero la teoría de Keynes tiene poco que ver con la de Marx. El economista inglés quiso ver en la fluctuación de la tasa de ganancia ( o la eficiencia marginal del capital -MEC- para usar la terminología de Keynes) el factor principal que determina los cambios en las fases del ciclo industrial: “ahora, estamos acostumbrados a explicar las ‘crisis’ poniendo énfasis en la tendencia decreciente de la tasa de ganancia producto del aumento de la demanda de dinero, tanto con fines especulativos y como del comercio. A veces, este factor puede ciertamente desempeñar un agravante y, en ocasiones tal vez, su factor desencadenante. Pero yo propongo una nueva visión para explicar la crisis. Estas no son consecuencia, principalmente, de un aumento en las tasas de interés, sino un colapso repentino de la eficiencia marginal del capital”.
Para Keynes, la caída de la tasa de ganancia (productividad marginal) se produce por la creciente “abundancia de capital” y en las expectativas psicológicas de los capitalistas sobre el futuro. Según él la tasa de ganancia caería gradualmente en la medida que más y más tecnología se necesite; cuanto más abundante es el capital, menos se requiere capital por lo tanto su valor marginal cae.
Lo que sostiene Karl Marx es distinto: al reemplazar la mano de obra con máquinas los capitalistas individuales compiten entre sí para reducir los costos y, al hacerlo, aumentan la composición orgánica del capital destruyendo los puestos de trabajo . Dado que el trabajo es la única fuente de beneficios, no el capital ( que es lo que la afirma Keynes), la tasa de ganancia tiende a caer. Esta es la explicación que da Marx a la tendencia a la reducción de las tasas de ganancia.
Para Keynes, las ganancias no caen por el valor que se extrae del trabajo, sino porque los capitalistas “repentinamente” pierden su apetito por la inversión: “ la eficiencia marginal del capital depende, no sólo de la abundancia o escasez de bienes de capital y del costo actual de la producción de bienes de capital, sino también en las expectativas en cuanto a la futura producción de bienes de capital.
En el caso de los bienes duraderos es, por lo tanto, natural y razonable que las expectativas del futuro desempeñen un papel dominante, en la determinación de las nuevas inversiones aconsejables. Pero, la base de estas expectativas es muy precaria y como están basadas en pruebas poco fiables, estas inversiones están sujeta a cambios repentinos y violentos “.
En resumen, la caída tasa de ganancia según Keynes se debe a las opiniones subjetivas de los capitalistas sobre el futuro ( la confianza) y no debido a un cambio objetivo en las condiciones de la acumulación de capital y de la producción (la visión de Marx). Como Paul Mattick ilustró hace 50 años, “¿qué vamos a hacer con una teoría económica, que después de todo los avances conseguidos atribuye a los nervios y a la histeria e incluso las digestiones y reacciones a la intemperie de aquellos sobre cuya actividad espontánea depende el desarrollo del capitalismo?
Según la teoría de Keynes el “colapso repentino” que causa las crisis es porque las tasas de interés son ahora demasiado altas en comparación con la rentabilidad y la gente guarda el dinero en lugar de invertirlo o gastarlo. Pero una vez que la crisis se supera, se puede volver al modo capitalista “normal” de la producción: “la prosperidad económica depende de una atmósfera política y social que sea agradable al empresario promedio. El desempleo, repito, existe porque los empleadores han sido privados del lucro. La pérdida de los beneficios puede ser debido a todo tipo de causas. Pero no hace falta de pasarse al comunismo. No hay otro medio para terminar con el desempleo que la restauración de un margen adecuado de ganancia para los empleadores “.
Luego esta “socialización de la inversión”. Keynes expone – vagamente- la “solución final” para los problemas de la depresión en una economía capitalista: “si la relajación monetaria (reducción de las tasas de interés y el bombeo de dinero por los bancos centrales) o los estímulos fiscales (reducción de los impuestos y del gasto público) no funcionan para la reactivación de la economía capitalista y no se consigue que el capitalista invierta más, solo entonces tal vez sería necesario que el gobierno interviniera directamente haciéndose cargo de la crisis”.
Por tanto, Keynes no deja claro que entiende por la expropiación de la industria y empresas capitalistas.. Aunque sus opiniones dieron pie a la intervención del estado como ocurrió con el New Deal de Roosevelt en la década de 1930 en los EE.UU. esto es algo que él detesta realmente.
Está claro que Keynes vio la “socialización de inversión” sólo como una medida temporal para volver al capitalismo de nuevo . Para Keynes una vez que el “fallo técnico” (falta de demanda) en el modo de producción capitalista se haya superado, entonces deberíamos volver a los mercados libres y a las inversiones con fines de lucro y poner fin a la “inversión socializada”.
En uno de sus últimos artículos sobre la economía capitalista Keynes señala que: “nuestra crítica de la teoría clásica de la economía ha consistido no tanto en la búsqueda de defectos lógicos de su análisis sino en señalar que sus supuestos tácitos son satisfechas rara vez o nunca; el resultado es que no se pueden resolver los problemas económicos del mundo real. Pero si los controles centrales logran establecer lo más cercano posible al pleno empleo, la teoría clásica estaría en un punto acertado «.
Lo que dice Keynes es que una vez que se alcanza el pleno empleo, podemos prescindir de la planificación y la “inversión socializada” y restablecer el libre mercado y la economía neoclásica y su política: “llenar los vacíos en la teoría clásica no es para deshacerse del “sistema Manchesteriano “( mercados libres), su objetivo es indicar como se desarrolla el libre juego de las fuerzas económicas y que requieren para estimular sus potencialidades”.
Todas las políticas de Keynes fueron diseñadas para salvar al capitalismo de sí mismo y evitar la temida alternativa del socialismo: “creo que el capitalismo, sabiamente administrado, probablemente puede ser más eficiente en la consecución de fines económicos que cualquier otro sistema alternativo, aunque en sí mismo es en muchos aspectos muy objetable. Nuestro problema es trabajar por una organización social que deberá ser lo más eficiente posible sin ofender a nuestras nociones de una vida satisfactoria. Por tanto la guerra de clases me encontrará siempre en el lado de la burguesía educada”.
El miedo a la revolución era el centro a las políticas de Keynes. No necesito explicar que Marx pensaba completamente distinto manera.
En cuanto a la “eutanasia del rentista”, Keynes consideraba que a medida que el capitalismo se expandía a través de más tecnología, se podría crear un mundo de abundancia y de ocio. La abundancia, según su opinión, provocaría el retorno de los préstamos de dinero para invertir. De esta manera los banqueros y los financieros ya no serían necesarios y podrían ser eliminados. Bueno, esta claro que esto parece no estar sucediendo.
De hecho, las mismas personas que afirman que Keynes es un economista “progresista” con grandes similitudes con Marx sostienen ahora que el capitalismo está distorsionado por la “financiarización” y que el capital financiero es el verdadero enemigo. Entonces ¿que ha pasado con la teoría de Keynes de la eliminación gradual de las finanzas en el capitalismo tardío?
La teoría del capital financiero de Marx no previó una eliminación gradual de las finanzas; por el contrario, Marx describe el papel creciente del crédito y las finanzas en la concentración y centralización en el capitalismo tardío. Y aunque las funciones de gestión y de inversión están cada vez más separadas de los accionistas de las grandes empresas, este hecho no altera en absoluto la naturaleza esencial del modo de producción capitalista y ciertamente no implica que los especuladores en la inversión financiera desaparezcan gradualmente.
Por cierto las diferencias entre Keynes y Marx son fundamentales. En comparación las similitudes son superficiales. Esto es muy importante porque las ideas keynesianas todavía dominan al movimiento obrero, y después de 200 años de su nacimiento no son las ideas de Marx y la emancipación de la humanidad las dominantes en la sociedad.