Entrevista al politólogo alemán Wolfgang Streeck , director emérito del Instituto Max Planck de Alemania (realizada por Fraser Myers para la Revista británica Spiked).
¿Cómo ha evolucionado la UE en las últimas décadas?
Originalmente, la UE era una organización para la “planificación económica conjunta” entre seis países colindantes. La planificación era específica, estaba limitada a la minería del carbón y la industria del acero, luego se agregó a la energía nuclear. Todo este acuerdo cristalizó durante la postguerra con un capitalismo administrado por el estado.
Más tarde esta Comunidad Económica se convirtió en una zona de libre comercio, dedicada a propagar el “internacionalismo neoliberal”, estimulando la libre circulación de bienes, de servicios, de capital y del trabajo, bajo el pretexto de la creación de un “mercado interior”.
A medida que la cantidad y la heterogeneidad de los estados miembros aumentaba, la «integración positiva» inicial se hizo cada vez más difícil. En cambio, se produjo una integración ‘negativa’: eliminando todas las regulaciones al libre comercio dentro del bloque.
Después de la caída del muro en 1989, la UE se convirtió en un proyecto geoestratégico, estrechamente relacionado con la geoestrategia de los Estados Unidos frente Rusia.
Entonces los seis países originales que cooperaban en la gestión de algunos sectores clave de sus economías, convirtieron a la naciente Unión Europea en un Imperio Neoliberal de 28 estados altamente heterogéneos. La idea era y es gobernar esos estados de manera central obligándolos a abstenerse de la intervención estatal en sus economías.
¿Es la UE reformable?
La constitución de facto de la UE está rubricada por el Tratado de la Unión Europea, que es prácticamente imposible de reformar, y por el Tribunal de Justicia de la UE, una instancias jurisdiccional donde los fallos no tiene ninguna posibilidad de apelación.
Los redactores de la “integración” europea conformada por un núcleo neoliberal de pretendían que sus tratados fueran eternos e irreversibles. Esto explica la porfiada oposición de Bruselas al Brexit y o hacer que esta salida sea lo más desagradable posible.
También es visible en la incapacidad de las instituciones de la UE para responder de manera constructiva a las demandas de mayor autonomía nacional, como lo exigen movimientos «populistas» de distinto signo.
Estos movimientos ahora están bloqueando el proceso de integración europea y existe un gran riesgo que la insistencia de Berlín, París y Bruselas en prolongar y las instituciones europeas establecidas conlleve a un serio conflicto entre las naciones europeas.
¿Por qué oponerse a la UE es visto como impresentable ?
Creo que la naturaleza neoliberal y geoestratégica de la UE posterior a 1990 no es capaz de generar nada parecido a la legitimidad necesaria para constituir un régimen político viable. Bruselas tuvo que inventar narrativas sentimentales para hacer que la gente olvide que se estaba quitándole poder a una política democrática nacional.
Hoy en día, el ideal internacionalista de la izquierda ha sido secuestrado por el antiestatismo neoliberal, y lamentablemente la solidaridad internacional se identifica con los mercados libres. Esto es puramente ideológico, y no habla bien para la agudeza política de una izquierda ( de clase media) que compró la versión de la «Tercera Vía» de una supuesta paz y amistades internacionales.
En ninguna parte de la historia del socialismo se encuentra la idea que los trabajadores están moralmente obligados a dejar que sus puestos de trabaja compitan con un país donde los salarios son más bajos. Más bien, la solidaridad siempre ha significado que los trabajadores cooperan, en el sentido de organizarse juntos, para protegerse de los empleadores.
Luego está la Unión Monetaria Europea, que actúa como un régimen similar al fenecido patrón oro. El patrón oro demostró en la década de 1930 que era incompatible con la democracia y la paz internacional. Este sistema monetario puso a los gobiernos en contra de las personas para enfrentar una brutal competencia por los mercados internacionales.
La propaganda de la UE se aprovecha del deseo de paz y amistad de la gente para robarles su patrimonio institucional más importante: el estado nación. El estado nacional es el único sitio donde es posible una política con un estado redistributivo o una democracia igualitaria.
¿Por qué la izquierda defiende tanto a la UE?
Ojalá lo supiera. ¿Tal vez porque confunden la UE con Europa? La UE es una construcción institucional deplorablemente antidemocrática que es tan compleja de entender sin una investigación exhaustiva. Incluso entonces es posible que no comprendas de qué se está hablando cuando nos referimos a ella.
Esto significa que puedes pensar casi cualquier cosa sobre la UE . Puedes identificarla con los sueños de un mundo libre de cargas históricas. O puede verla como la encarnación de un estilo de vida consumista agradable: de derechos sin obligaciones, de viajes gratuitos, de mano de obra inmigrante, de un mercado laboral para graduados universitarios de habla inglesa. ‘Europa’ es tu coraza: un patio de recreo para la nueva clase media, los bobos, (como lo llaman los franceses), los cosmopolitas que creen que al importar mano de obra barata están haciendo algo por el progreso de la humanidad.
Muchas personas hoy quieren dejar atrás su bagaje histórico nacional. Para muchos ciudadanos británicos, el Reino Unido significa colonialismo. Parece que creen que «Europa» nunca tuvo colonias, por lo que quieren ser «europeos» en lugar de «pequeños ingleses». Esto es aún peor en Alemania, por razones comprensibles. Si está en el extranjero, en cualquier parte del mundo, y conoce a alguien que dice que es «de Europa», puede estar seguro de que es de Alemania.
¿Hasta qué punto la UE se parece a un Imperio?
La UE tiene un centro y una periferia, con un fuerte gradiente de poder entre el primero y el segundo. El centro impone y hace cumplir su orden político y económico en la periferia con una adhesión muy general a los «valores europeos».
Pero por sobre todo imponiendo una moneda única (el euro ) y las «cuatro libertades» del mercado común.
El cumplimiento de estas normas es recompensado por las transferencias fiscales, a los fondos estructurales y sociales. El centro (aún está por definir si es sólo Alemania o es Alemania junto Francia) ofrece protección militar a los países de la periferia a cambio de la lealtad imperial. (ver Polonia y los países bálticos, en particular.)
Los países periféricos que no siguen las reglas, como Grecia con SYRIZA, son castigados por instituciones centrales como el Banco Central Europeo, mientras que países centrales como Francia están exentos de cualquier castigo.
A veces, el Centro reemplaza a los gobiernos rebeldes de los estados periféricos instalando gobernadores imperiales. Esto ocurrió con el reemplazo de Silvio Berlusconi por Mario Monti en Italia, o de George Papandreou por Lucas Papademos en Grecia. Entonces, la salida del imperio se hace lo más difícil posible, para evitar que los países periféricos negocien términos de membresía más adecuados a su situación particular.
¿ Podría tener éxito el Brexit si Gran Bretaña abandona la UE?
Eso depende de lo que quieras decir con éxito. Permítame centrarme en la izquierda británica, que parece que está a favor del quedarse (“Remain). Desde mi punto de vista no hay nada en Europa ni en Estados Unidos más desmoralizado y derrotista que la izquierda pro-UE del Reino Unido.
La razón principal por la que consideran que su membresía en la UE es indispensable es porque temen que sin la UE, los conservadores se apoderen del país para siempre y se eliminen incluso las mínimas protecciones, absolutamente mínimas, que los trabajadores tienen con el Tratado de Maastricht.
En otras palabras, creen que no podrán defender ni siquiera las insignificantes normas que otorga Bruselas.
Lo mismo es cierto para la política regional . Aunque las disparidades regionales en Gran Bretaña siguen siendo dramáticas, peores que en la mayoría de los países europeos, (excepto en Italia) la izquierda pro-UE está instando a la gente a estar agradecida por las insignificantes cesiones de los fondos estructurales europeos.
El supuesto parece ser que si se eliminan estas “dádivas”, la izquierda no hará nada, permanecerá sentada con los cinturones de seguridad abrochados y sufrirán en silencio. No comparto esa opinión.
La izquierda pro-UE británica, por temor a los actuales acólitos de la Thatcher ha vendido su derecho de nacimiento que en sus inicios fue abiertamente anticapitalista. Las personas pueden pedir más, como lo han hecho con éxito en todos los demás países europeos ricos. Cuando la derecha dice que el Brexit va a significar menos empleo, ¡vergonzosamente la izquierda parece creerlo!
Gran Bretaña es uno de los países más ricos del mundo. Pero la izquierda se ha convencido que requiere de las transferencias europeas para financiar las regiones más desfavorecidas. Esta izquierda ha olvidado que las desigualdades regionales son un problema estructural del capitalismo y que el problema no se soluciona con “tiritas”.
Una vez retirados los sedantes del imperio europeo , los trabajadores y los votantes de la izquierda británica posiblemente van a recuperar sus mejores tradiciones ; sindicatos poderosos, lucha por mejores condiciones de empleo, un estado de bienestar universal y un gobierno laborista digno de ese nombre. Si esto pudiera ser el resultado de Brexit, ¿no valdría la pena al menos intentar «recuperar el control»?