Por Manlio Dinucci, experto italiano en geopolítica.
El 1 de octubre de 1949, Mao Zedong proclamó el nacimiento de la República Popular de China. Su 70 aniversario se acaba de celebrar con un desfile militar en Beijing y todos los medios comunicación occidentales han aprovechado la oportunidad para presentar a China como un poder amenazante. Prácticamente nadie se ha dado el trabajo de recordar los dramáticos acontecimientos históricos que llevaron al nacimiento de la Nueva China.
Ø Antes de la revolución China estaba reducida a una nación subyugada, explotada y desmembrada desde mediados del siglo XIX por las potencias europeas (Gran Bretaña, Alemania, Francia, Bélgica, Austria e Italia), por la Rusia zarista. , por Japón y Estados Unidos.
Ø El sangriento golpe de estado en 1927 encabezado por Chiang Kai-shek, pero organizado por los angloamericanos y por el Imperio Nipón (que era aliado de Hitler y Mussolini) aniquilaron a la mayor parte del Partido Comunista (nacido en 1921) y mataron a cientos de miles de trabajadores y campesinos
Ø Ningún medio occidental ha hablado de la Larga Marcha del Ejército Rojo, que comenzó en 1934 como una desastrosa retirada, y fue transformada por Mao Zedong en uno de los mayores éxitos político-militares de la historia.
Ø También se ha olvidado convenientemente la guerra de agresión contra China desatada por Japón en 1937: las tropas japonesas ocuparon Beijing, Shanghai y Nanjing, masacrando a más de 300,000 civiles – sólo en esta última ciudad – mientras que otras grandes ciudades la población fue atacadas con armas biológicas.
Ø Se ha ignorado al Frente Unido Antijaponés, que el Partido Comunista constituye junto al Kuomintan ; el ejército del Kuomintang fue armado por los Estados Unidos para que combatiera contra los invasores japoneses, mientras en las regiones liberadas por el Ejército Rojo detenía con éxito la ofensiva nipona. Durante esos años (1937 a 1945) el Partido Comunista creció de 40,000 a 1.2 millones de miembros liderando las fuerzas que arrinconaron al ejército japonés.
Ø No se reconoce que la Resistencia fue una contribución decisiva a la derrota del Japón en el Pacífico y que a China la invasión nipona le costó cerca de 35 millones de muertes.
Ø Lo que sucede inmediatamente después de la derrota de Japón ha sido ocultado : según un plan decidido en Washington, Chiang Kai-shek trató de repetir el de 1927, con un ejército armado por los Estados Unidos. Este ejército combatió contra el Ejército Rojo dirigido por Mao
Ø El Ejército Rojo con un millón de hombres y una milicia de otros 2,5 millones derrotó a los 8 millones de soldados de Chiang Kai-shek y su líder golpista tuvo que huir a Taiwán bajo la protección de los Estados Unidos.
El increíble y épica lucha del pueblo Chino es una historia poco o nada tratada en los libros de textos occidentales como consecuencia de una cosmovisión Eurocéntrica cada vez más anacrónica.
En realidad la historia de liberación del pueblo Chino ha sido escondida porque saca a la luz los crímenes del imperialismo y coloca en el banquillo a las potencias europeas, a Japón y a los Estados Unidos; los mismo países que ahora se auto-erigen en jueces supremos para decidir qué países son democráticos o no.
Vivimos otro momento histórico aunque occidente no quiera reconocerlo. Hoy es imposible el colonialismo que instalaba «concesiones bajo administración extranjera” en el territorio Chino. Se acabó la época en la que en el “Parque Huangpu” de Shanghai se prohibía la entrada de “perros y chinos».