Por Pepe Escobar, corresponsal internacional del diario Asia Times
En los anales de los tuits de Trump, este es simplemente asombroso: “Olvídense de un Kurdistán independiente, pueden llegar a un acuerdo con Damasco para compartir espacio con los refugiados árabes sunitas ”.
Con este tuit del Presidente de los Estados Unidos está reconociendo que toda la intervención militar de su país en Siria ha sido totalmente inútil. Y lo que es peor, reconoce que Washington despilfarro 8 billones de dólares en el Medio Oriente, en una guerra basada en una «premisa falsa». No es de extrañar que el Pentágono no esté contento .
Un conflicto complejo
Turquía acaba de ocupar una franja de 120 kilómetros del territorio sirio (al este del Éufrates) para expulsar a kurdos que son básicamente…sirios.
Y pese a que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acordó con Donald Trump los términos de la llamada «Operación Primavera de Paz» ahora Turquía puede enfrentar sanciones económicas de Estados Unidos.
Mientras tanto la narrativa occidental insisten en propagar una mentira colosal : atribuir la derrota del Estado Islamico a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que son esencialmente una colección de mercenarios que trabajan para el Pentágono contra Damasco.
Pero, aunque Ankara considera a los kurdos del YPG y al PKK como simples «terroristas» (una fracción del PKK está alineado con Washington) su Operación Militar no tiene como objetivo una “limpieza étnica”. En esa franja limítrofe con Turquía vive una minoría kurda y una mayoría de población de origen árabe, armenio y asirio.
Una mezcla “embriagadora”
La diplomacia moscovita se ha jugado por la paz. Durante largo tiempo estuvo alentando a los kurdos sirios para que dialogaran con Damasco a fin de evitar la intervención turca, pero fue en vano. Sin embargo el ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, no se ha rendido . Acaba de declarar: «Moscú solicitará el inicio de las conversaciones entre Damasco y Ankara».
Para Moscú, la acción de Turquía por ningún motivo debe convertirse en un desastre humanitario; el despliegue militar de Ankara sólo debería “garantizar su seguridad fronteriza”
El juego de Estados Unidos
Washington tiene dos objetivos estratégicos aprovechando la volátil situación de Oriente Medio : 1) geopolíticamente, necesita romper el eje de resistencia: Irán, Irak, Siria, Hezbolá; y 2) geoestratégicamente, necesita impedir la incorporación de Irak, Siria y Turquía a las Nuevas Rutas de la Seda liderada por China.
En este escenario Erdogan ha declarado que la cuestión kurda se debería resolver mediante un acuerdo entre Rusia, Turquía e Irán .
Los sirios por su parte están trabajando intensamente en el Comité Constitucional Sirio que definirá una nueva organización del Estado ; será una Federación de pueblos con un territorio común.
Esta Federación implica que los kurdos tendrán que regresar al redil de Damasco. Por su parte Teherán se prepara para suavizar las cosas, ya que los kurdos iraníes están muy activos.
El resultado final: no habrá Kurdistán independiente, como se detalla en un mapa publicado por la agencia de noticias Anadolu.
Desde el punto de vista de Ankara, la Operación Paz de Primavera tiene como propósito repatriar a unos dos millones de refugiados sirios a las aldeas y pueblos repartidos en una franja fronteriza de 30 kilómetros de ancho.
Los kurdos han respondido amenazando con liberar a 11,000 jihadistas del ISIS . Pero son sólo amenazas. Lo mismo se aplica al campo de detención de al-Hol, que alberga a la asombrosa cifra de 80,000 miembros del ISIS. Si los liberan, estos yihadistas irían tras los kurdos en un instante.
El veterano corresponsal de guerra Elijah Magnier ofrece un excelente resumen de las ilusiones de los kurdos, en relación a las prioridades de Damasco, Teherán y Moscú:
“Los kurdos exigieron a Damasco (en presencia de negociadores rusos e iraníes) mantener el control sobre los ricos yacimientos de petróleo y gas que ocupan en parte del territorio sirio. Además, exigieron el control total de las fronteras con Turquía, sin ninguna presencia del ejército sirio”.
Pero , como es obvio el gobierno de Damasco espera recuperar el control de todo el territorio nacional lo antes posible. El gobierno sirio también quiere poner fin a los alojamientos que los kurdos han ofrecido a los Estados Unidos e Israel – una maniobra similar ofrecieron los kurdos de Irak.
Las opciones para los kurdos del YPG son limitadas. Poco a poco se están dando cuenta de que fueron utilizados por el Pentágono como mercenarios.
Los kurdos tienen dos alternativas : o se incorporan a la Federación Siria, renunciando a sus sueños nacionalistas, o tendrán que compartir la región con al menos dos millones de refugiados árabes sunitas, reubicados bajo la protección del ejército turco.
El fin puede estar cerca. El domingo, Moscú negoció un acuerdo según el cual las principales ciudades dominadas por los kurdos vuelven a estar bajo el control de Damasco.
Por lo tanto, las fuerzas turcas tendrán que retroceder, de lo contrario, se enfrentarán directamente con el ejército árabe sirio. Este acuerdo que cambia el juego debe interpretarse como el primer paso hacia un eventual control estatal de todo el noreste de Siria.
Como se aprecia, el conflicto puede abrir una grieta en los acuerdos de paz entre Ankara, Teherán, Moscú y Damasco. Los sirios no aceptarán la ocupación turca de casi una cuarta parte de su territorio rico en petróleo, un territorio que hasta hace unos pocos días fue parte de una ocupación estadounidense de facto.
Por otra parte fuentes diplomáticas confirman que Putin ha enfatizado repetidamente a Erdogan que es imperativo respetar la integridad territorial siria. De hecho la agencia de noticias siria de SANA criticó a la “ Peace Spring” como «un acto de agresión».
Idlib sigue sin solución.
Idlib es una provincia rural pobre repleta de yihadistas salafistas ultras vinculados con Jabhat al-Nusra o al-Qaeda en Siria. Eventualmente, Damasco, respaldado por el poder aéreo ruso, deberá terminar con esta reducto de extremistas islamicos, generando una ola adicional de refugiados.
Entonces, Erdogan además de crear una “zona de seguridad fronteriza”, lo que está tratando de hacer es prevenir un éxodo adicional de potencialmente 3.5 millones de sunitas en su mayoría incondicionales a Turquía.
El historiador turco Cam Erimtan me explicó que en el fondo se trata de un choque entre el «municipalismo libertario» del eje PKK / PYD / YPG / YPJ turco-sirio y la marca del Islam defendida por el AKP , el Partido de Erdogan.
Para Erimtan : “La embriagadora fusión del islamismo y el nacionalismo turco se ha convertido en el sello distintivo del AKP. Es la moneda común de la “Nueva Turquía”, que ha elegido a los kurdos de Siria como los enemigos del Islam. Los kurdos han tomado el lugar de Assad como el enemigo impío que necesita ser derrotado «.
Geopolíticamente, el punto crucial sigue siendo la Turquía de Erdogan. Este personaje no puede darse el lujo de alienar a Moscú. Por razones estratégicas y económicas Ankara no puede dejar de participar en el gasoducto Turk Stream construido por turcos y rusos. Tampoco puede renunciar a ser un nodo activo de la Ruta de la Seda, de la Unión Económica de Eurasia y de la Organización de Cooperación de Shanghai ; todas iniciativas orientadas a la integración euroasiática.
Siria hierve, Irak se calienta.
Motivada, aparentemente, por la corrupción de Bagdad la agitación popular se está extendiendo por todo Irak colocando un elemento adicional a la agenda geopolítica la zona.
La situación por momentos se ha tornado grave. Hombres armados atacaron las oficinas de las estaciones de televisión en Bagdad, destruyendo equipos e instalaciones de transmisión. Otros grupos organizados atacaron infraestructura vitales, como las redes eléctricas, especialmente en Diwaniyah en el sur. Esto ha sumido a todo el sur de Iraq, hasta Basora, en la oscuridad, provocando más protestas.
El analista paquistaní Hassan Abbas – que acaba de estar 12 días en Bagdad, Najaf y Karbala – ha relatado que la policía militarizada: «optó por el uso de la fuerza desde el principio en una pobre y ciega estrategia . En Irak hay 11 fuerzas policiales diferentes y su coordinación es casi inexistente”.
Pero, lo más serio es una denuncia de Abbas : «los sectores políticos informados piensan que esta agitación es la respuesta estadounidense a la inclinación iraquí hacia China».
La cambiante situación de la región .
Para sorpresa de Estados Unidos Irak no acató las sanciones – ilegales – de la administración Trump contra Irán. De hecho, continúa comprando electricidad al país persa. Bagdad también abrió el importante puesto fronterizo entre Irak y Siria de al-Qaem.
Pero hay más sorpresas para Washington: el primer ministro Adel Abdel Mahdi ha declarado que va a comprar sistemas de misiles S-400 a Rusia. También ha acusado explícitamente a Israel por el bombardeo de cinco almacenes pertenecientes a las unidades de movilización de Hashd al-Shaabi.
Además, no solo rechazó el «acuerdo del siglo» de la administración Trump entre Israel y Palestina, sino que ha estado tratando de mediar entre Irán y Arabia Saudita.
Y luego está China.
En una visita de estado a Beijing el 23 de septiembre, Mahdi cerró un acuerdo de beneficio mutuo: Irak proporcionará petróleo a cambio de inversiones Chinas en la reconstrucción de su infraestructura.
Por tanto Iraq será otro Nodo de las Nuevas Rutas de la Seda. El presidente Xi Jinping ha dicho que con esta «asociación estratégica” China también “busca ayudar a la reconstrucción de Siria” .
Esto no se acaba. Los chinos cantan mientras hacen tratos en todo el mundo.
Lo que está sucediendo es una “victoria” cuádruple.
Estados Unidos realiza un retiro que salva la cara. Trump lo puede vender como una “inteligente maniobra” que impide que la OTAN se meta en un callejón sin salida con Turquía.
Turquía tiene la garantía, por parte de los rusos, de que el ejército sirio tendrá el control de la frontera turco-siria.
Rusia evita una escalada de guerra y mantiene vivo el proceso de paz entre Rusia, Irán y Turquía.
Y finalmente, Siria recuperará el control de sus campos petroleros y de todo el noreste.