Por John Westmoreland , profesor de historia
A juzgar por las publicaciones en las redes sociales nuestros ex mineros han pasado a ser de “los héroes de la clase trabajadora” a los «pavos que votan por la Navidad».
La verdad es que la consigna «Haz que el Brexit sea realidad» de Boris Johnson fue lo que persuadió a muchos trabajadores en lo que fuera el corazón de laborismo.
El desglose de los resultados para la región minera de Doncaster muestra que fue el “Partido del Brexit” el que debilitó a los laboristas. En estos distritos electorales el voto por el Brexit es más o menos igual que los votos perdidos por los laboristas.
Esto nos dice que el factor decisivo no fue el conservador Boris Johnson, sino el deseo de reforzar el voto para abandonar la UE. No cabe duda de que si los laboristas se hubieran aferrado a defender el resultado del referéndum y al mismo tiempo a luchar por la justicia social y económica, los resultados serían muy diferentes.
En las elecciones de 1987, los pueblos mineros eran totalmente laboristas aunque durante la huelga de 1985 el apoyo de Laborismo fue insignificante. En esos años la la derrota de las políticas de “la Thatcher” eran cruciales para las comunidades mineras.
Pero en estos días, treinta años después, los pueblos mineros son lugares desolados. No hay trabajo y la decadencia social es evidente. La lucha colectiva es prácticamente inexistente, y los trabajadores se sienten impotentes.
Si los laboristas se hubieran puesto a la cabeza de una lucha por la justicia social durante los años posteriores a “la Thatcher”, las cosas serían diferentes. Pero, los tres diputados laboristas y el Consejo Laboralista de Doncaster nunca resistió los recortes impuestos por los gobiernos conservadores y por los “nuevos laboristas” de Blair.
Los parlamentarios laboristas reiteradamente estaban “desaparecidos en acción” estuviéramos luchando contra la austeridad o, marchando contra la guerra en Irak.
Tuvimos una advertencia sobre lo que podría pasar. En 2009, Doncaster votó a Peter Davies, un político de extrema derecha, como alcalde de Doncaster. Esto se debió principalmente porque el Partido Laboralista de la región se vio envuelto en un escándalo de corrupción.
No cabe duda de que el voto para abandonar la UE en el referéndum se debió a que Doncaster se estaba hundiendo en un atolladero neoliberal.
¡No somos racistas!
Cuando Doncaster votó por abandonar la UE (en un 64 por ciento) inmediatamente fuimos tildados de racistas. Esta era la opinión de los medios liberales. Sin embargo, los medios de comunicación de derecha elogiaron nuestra “patriotismo”. Nadie se molestó en descubrir lo que realmente pensábamos.
Los laboristas de la región , no salieron al paso de esta injusta calumnia. Dejaron que el Brexit se convirtiera en la gran consigna de la derecha.
Yo personalmente voté Dejar la UE , por razones socialistas. Pero mi amigo Trevor, delegado sindical en la fábrica de tractores Case, votó Permanecer, también por razones socialistas.
El manifiesto de 2017 era exactamente lo que se necesitaba. Un compromiso para implementar el resultado del referéndum y un compromiso para realizar transformaciones progresistas. Pero los partidarios de Blair se horrorizaron cuando Corbyn casi derrota a los conservadores ese año. Entonces lograron que el Partido exigiera un segundo referéndum como un medio para fastidiar la siguiente campaña de Corbyn.
Política de clase
No sé hasta qué punto la manipulación derechista de las redes sociales fue responsable que los ex mineros votaran contra los laboristas. Pero, la derecha utilizó un argumento de clase. Corbyn, afirmaron, es parte de una élite londinense. Es un millonario con educación privada. Desprecia a los trabajadores que votaron Dejar la UE y nos venderá. Se preocupa más por los inmigrantes que por nosotros.
Los argumentos sobre el antisemitismo o los supuestos vínculos de Corbyn con los terroristas eran un tema secundario. En cambio, lo que funcionó mejor fue crear la idea de «victimización» de la clase trabajadora, de la cual solo Farage o Johnson podrían liberarnos.
Este es el guión utilizado por la derecha a lo largo de las décadas, y hoy por Trump, Bolsonaro, Modi y Orban.
El llamamiento socialista a la solidaridad de la clase trabajadora contra la burocracia de la UE y el “establishment político” podría haber sacado las fauces de la derecha. Pero la política de los Laboristas contra Brexit nunca será suficiente para nuestra gente, incluso si esta rodeado de promesas fantásticas.
En el futuro, tenemos que organizarnos en nuestras comunidades en torno a las reivindicaciones de la clase trabajadora que Johnson nunca cumplirá. Tendremos que luchar para detener la agenda oculta de Johnson, y eso significa combatir en las calles.