por Fabrizio Poggi, historiador italiano (Revista Contropiano)
El mundo está conmemorando el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz. El campo de exterminio fue liberado por soldados pertenecientes al regimiento número 472 (división número 100) del Ejercito Rojo durante la gran operación militar «Vistula-Oder», que habían comenzado en 1944.
En ese momento para aliviar la presión sobre los aliados que estaban empantanados en las Ardenas Moscú decidió lanzar ofensiva «Bagration» anticipando las acciones para el 12 de enero.
Varsovia fue liberada el 17 de enero; del 24 al 25 de enero se liberó el campo de trabajo de Monowitz (Auschwitz III), del 26 al 27 de enero la ciudad de Oświęcim (en alemán Auschwitz) y el 26 la ciudad de Brzezinka, o Birkenau (Auschwitz II) y finalmente, el 27 de enero, se liberó de Auschwitz I.
En 2005, una resolución de la ONU declaró los 27 de Enero como el Día del Recuerdo de las víctimas del Holocausto, porque Auschwitz-Birkenau son el símbolo de la bestialidad nazi; el símbolo del exterminio de todos los «enemigos del Reich»: judíos, comunistas, gitanos y opositores del nazi-fascismo.
En 1942, la idea de Hitler (acariciada también por el gobierno polaco de la época ) era deportar a todos los judíos europeos a Palestina. Pero para no enemistarse con el Muftí de Jerusalén se abandonó este propósito durante un conclave secreto en Wannsee.
En esa reunión, en la que participaron quince jerarcas nazis, ( Heydrich, Eichmann, Freisler, Müller entre otros) se discutieron los métodos, los medios y los tiempos para la eliminación total de los 11 millones de judíos europeos, de los cuales 5 millones vivían en la Unión Soviética.
Finalmente en Auschwitz, terminaron en los hornos crematorios gente de religión judía y gente de diferentes nacionalidades, ideologías políticas, y religiones.
75 años después del Holocausto los políticos occidentales pretende reescribir de la historia . Con esta maniobra se quiere tapar la voz de los supervivientes que recuerdan como las organiaciones fascistas (que existían en todos los países de Europa) ayudaron a los nazis en el exterminio de los judíos y de la población en zonas multiétnicas, que no eran de origen “ario”.
Con demasiada frecuencia se olvida – o se pasa por alto deliberadamente- que la Wehrmacht, las SS alemanas y las policías de casi todos los países de Europa occidental fueron reclutadas para conformar las divisiones locales de las SS nazis, y que libraron una guerra de exterminio total, destinada a conquistar el Lebensraum (el espacio vital) para la raza aria superior, dejando solo un mínimo de tierras para los Untermenschen, (hombres inferiores) necesarios para el trabajo esclavo .
Con demasiada frecuencia se olvida que, por ejemplo, un tercio de la población bielorrusa murió o fue exterminada durante la ocupación nazi; que millones de ciudadanos soviéticos (las víctimas civiles soviéticas se estiman entre 12 y 15 millones) ni siquiera llegaron a los campos de exterminio, sino que fueron asesinados directamente en sus pueblos; a menudo encerrados en graneros a los cuales se le prendía fuego.
Con demasiada frecuencia se olvida que a las tropas de Hitler se les ordenó eliminar, tan pronto como fueran hechos prisioneros, no solo a los militares soviéticos de religión judía, sino a todos los comisarios políticos o a cualquiera que tuviera el carnet del Partido Comunista del URSS.
En general, se ha ocultado, durante años, el papel del Ejército Rojo en la liberación de Auschwitz y de los otros campos de exterminio creados por los nazis en Polonia, en los Estados bálticos y en la propia Alemania.
El periodista de investigación Maksim Maksimov nos ha recordado como países que hoy celebran el Día del Recuerdo, en su tiempo, rechazaron a los judíos que huían de la Alemania nazi. También nos recuerda que en 1940 – después del estreno en los cines estadounidenses – de “El Gran Dictador”- Charlie Chaplin fue puesto bajo control por el Comité de Actividades Antiamericanas.
Uno tiene la impresión, escribe Maksimov, de que hasta el juicio de Núremberg (en 1946 ) en Occidente no se sabía nada de la tragedia de los judíos europeos. Nadie sabía nada sobre Babi Jar, la conferencia de Wannsee y la decisión final. Pero incluso en 1943 después de la Conferencia de Bermudas “ los países involucrados, con Estados Unidos a la cabeza, no ampliaron las cuotas de inmigración para los refugiados europeos «.
Por otro lado, en las cámaras de gas de Auschwitz y Birkenau, se utilizaba el «Zyklon B», producido por Degussa, una subsidiaria del IG Chemical Trust, propiedad de General Motors y del banco JP Morgan.
Aleksandr Djukov, de la Fundación Rusa de «Memoria Histórica», recuerda como en Polonia y Letonia – que ahora piden ser «compensados» por la supuesta «ocupación soviética»- todavía no han restituido la propiedad, individual y colectiva de los judíos. En Lituania, los Polizei que participaron en el exterminio son glorificados y se planea aprobar de una ley (similar a la que ya existe en Polonia) para castigar a cualquiera que acuse a los policías lituanos de haber participado en un pogrom antijudío.
En la primera fila, como siempre está Polonia, el primer país europeo, que el 26 de enero de 1934, llegó a un acuerdo militar secreto con el Tercer Reich. En una entrevista con el diario Bild alemán , el líder del partido gubernamental «Ley y Justicia», Jaroslav Kaczynski, acaba de afirmar que » Moscú debe admitir su responsabilidad por el estallido de la Segunda Guerra Mundial y pagar reparaciones”.
Kaczynski también habla sobre la masacre de Katyn acusando a la NKVD de matar a «cientos de miles de oficiales polacos » y afirma que «Polonia fue víctima de los rusos que fueron “criminales en Berlín y en Varsovia”.
El presidente de la Comisión de Información del Senado ruso, Aleksej Puškov, ha respondido indirectamente: » ¿Qué reparaciones y por qué daños? Si alguien tiene que pagar es Polonia; su liberación le costó al pueblo ruso 600,000 vidas. Fue Rusia el país que restauró la economía polaca, destruida por los alemanes «.
Exactamente un año antes de la liberación de Auschwitz, el 27 de enero de 1944, el Ejército Rojo había logrado romper el asedio de Leningrado. Las tropas alemanas, italianas y finlandesas sitiaron la ciudad durante 872 días causando tantas víctimas como el conjunto de muertes que se produjeron por el bombardeo de Hamburgo, Dresden, Tokio, Hiroshima y Nagasaki . Los historiadores han estimado que en Leningrado murieron entre 650,000 y 1.3 millones de seres humanos. El 90% por hambre y frío.
Ha llegado la hora que el mundo reconozca la verdad histórica .El Ejército Rojo nos solo liberó el campo de exterminio de Auschwitz; también liberó a Polonia , Checoslovaquia, los Balcanes, Austria, Ucrania, los Estados Bálticos, Berlín y Praga.