Entrevista a Michael Hudson, destacado economista estadounidense que trabajó como consultor del Chase Manhattan Bank
Supongo que, como en cualquier sistema, la economía y el sistema financiero en los EE UU y, en general, en Occidente llegará un momento en que se pueda hablar de un “punto de no retorno” ¿Cuáles serían las señales de que este «punto de no retorno» ha sido alcanzado (o está por llegar)?
Michael Hudson: El punto de no retorno llegará cuando la Reserva Federal y el gobierno dejen de rescatar a los banqueros y a los mercados (de acciones y bonos) y permitan que el precio real de los activos del «mercado libre» se derrumben, reflejando de esa manera la tremenda contracción que está sufriendo la economía «real». En ese momento se produciría una venta masiva de activos porque la Fed se vería obligada a dejar de ser el comprador de último recurso.
El problema es que la economía nunca podrá recuperarse de la gran depresión iniciada en el periodo de Obama. Su gobierno se negó a cancelar las deudas de las hipotecas basura adquiridas fraudulentamente por con las principales instituciones financieras y, permitió mantener estas deudas en los libros de las grandes instituciones financieras .
Así que no espero un «punto de no retorno» pronto. Pero, cuando finalmente ocurra será repentino, como lo son todos los grandes shocks. Esta crisis puede ser provocado por un banco o por un especulador que hace un muy mal negocio y que no puede pagar, como le ocurrió a AIG en 2008.
Dicho esto ¿cómo se explica que el mercado de valores continúa subiendo mientras la economía «real» se está comprimiendo drásticamente?
Michael Hudson: Obviamente, hay un desacoplamiento de dos sectores de la economía: el sector financiero, de seguros y de bienes raíces (FIRE) y sector económico de la producción y consumo.
Creo que la Reserva Federal dejará que las personas con información privilegiada sigan haciendo fortunas vendiendo acciones y bonos «en corto» antes de terminar con los rescates. La clave es que el colapso de la economía se está gestionando como una oportunidad para obtener ganancias a los grandes bancos y a los especuladores financieros.
Hay economistas que dicen que esta crisis es peor que la del 2008 o incluso que la Gran Depresión. ¿Qué tan grave es, en su opinión, la crisis actual en términos financieros / económicos?
Michael Hudson: La depresión actual es la peor desde la década de 1930. Habrá una nueva ola de ejecuciones hipotecarias, tanto en bienes raíces comerciales como en casas residenciales. El problema no será simplemente las hipotecas basura, sino la pérdida de ingresos de las negocios que pagan alquiler, de otras empresas comerciales y de las viviendas residenciales.
Estamos al final de un repunte de 75 años que comenzó en 1945. En Estados Unidos la guerra terminó con pocas deudas privadas y con abundantes ahorros. Ahora, la situación se ha revertido: hay una fuerte sobrecarga de la deuda, con pocos o casi nada de ahorros de parte de la mayoría de la población. El crecimiento del superávit económico ahora se gasta – casi por completo – en el servicio de la deuda, en pagos por arrendamientos y por los servicios financieros . El capitalismo rentista ha reemplazado al capitalismo industrial.
Muchas empresas están perdiendo millones. Pero otros están ganando fortunas (Amazon). ¿Quién en su opinión se beneficia más de esta crisis?
Michael Hudson: Los financieros y políticos se benefician de la crisis, junto con los monopolistas. El resto de la economía perderá. A menudo las fortunas más rápidas se hacen durante una crisis. Como dijo Adam Smith, las ganancias son más altas en los países que se arruinan más rápido. Pero esta vez las «ganancias de capital» son la clave para acumular fortunas. En otras palabras, el aumento sin respaldo efectivo de los precios de los activos que han sido inflados por los bancos privados y los bancos centrales
Todos los días los estudiosos observan como el gran juego de las finanzas es manipulado por expertos políticos y financieros. Sin embargo el marco de tiempo de estos operadores/especuladores es de corto plazo.