TRUMP LLAMA A MOVILIZARSE A ORGANIZACIONES FASCISTAS Y RACISTAS.
William I. Robinson, profesor de sociología de la Universidad de California , USA
Los agentes de policía racistas en Estados Unidos no son más que una extensión del Estado capitalista. Existen para mantener el poder del capital sobre los pobres y desposeídos – que en una cantidad desproporcionada se encuentra en este país en comunidades racialmente oprimidas.
Detrás del estallido de la justa furia – provocada por el asesinato de George Floyd- está el desempleo, la desigualdad, la marginalidad , la intensificación de los niveles de explotación, la extensión del hambre, la miseria, la inseguridad – todo esto en medio de una pandemia mortal.
El capitalismo global enfrenta en estos momentos lo que probablemente es su peor crisis del último tiempo. Y ante una rebelión popular el fascismo del siglo XXI responde igual que en otros momentos de la historia: con un estado policiaco.
Hoy las calles de las principales ciudades norteamericanas están patrulladas por la policía, la guardia nacional, y unidades del ejército. Yo mismo he sido testigo en Los Ángeles del uso de las granadas de aturdimiento, pistolas eléctricas, gas lacrimógeno, gas pimienta, balas de hule, y golpizas indiscriminadas contra manifestantes anti-racistas pacíficos.
Sin embargo, descontento con la represión Trump está llamando a movilizar a organizaciones fascistas y racistas.
La noche del pasado primero de junio, Trump reprochó a los gobernadores por no “arrestar a miles y mandarlos a la cárcel por 10 años”. A la prensa le dijo que desplegará “ tropas de las fuerzas armadas”. Acto seguido, desde su bunker blindado, ordenó al ejército desalojar a los manifestantes que estaban congregados pacíficamente en el parque que está frente a la sede presidencial.
Un día después llamó a sus seguidores a tomar las calles.
¿Quiénes son sus seguidores? En Estados Unidos las nuevas camisas pardas están organizados y operan en complicidad con el ala de extrema-derecha del Partido Republicano. Hay por lo menos una milicia nacionalista blanca, formaciones anti-inmigrantes llamados “Boogaloos, movimientos de “patriotas partidarios de Trump ”, grupos anti-cuarentena, un Partido Nazi y el Ku Klux Klan.
Como todo el mundo vio por televisión los integrantes de estas organizaciones están fuertemente armados.
El antiguo “orden social” se está desmoronando pero la toma fascista del poder está lejos de ser inevitable. Pero para evitarlo – al igual que en otros países – los estadounidenses necesitan organizarse y elaborar un programa anti-fascista, anti-racista y anti-capitalista.
El levantamiento actual, que está radicalizando a una nueva generación de jóvenes, debería aportar a una acumulación de fuerzas que desde abajo saque adelante un programa que evite una salida fascista a la crisis del capitalismo.