PRENSA CHINA ALERTA ANTE LA POSIBILIDAD DE UN ENFRENTAMIENTO
Artículo de periódico Chino “Global Times”
La situación en el Estrecho de Taiwán y en el Mar de China Meridional se está volviendo cada vez más tensa. Según datos de medios de comunicación extranjeros, aviones militares estadounidenses han sobrevolado el Mar de China Meridional 67 veces en un mes.
Por su parte, después de los simulacros militares en el Estrecho de Taiwán el Ejército Popular de Liberación de China (EPL) inició ejercicios tácticos, el sábado recién pasado, en el Mar Amarillo. El EPL también realizará ejercicios militares en el Mar de China Meridional y el Mar de Bohai a partir de esta semana.
En el Mar de China Meridional, Estados Unidos está llevando a cabo una provocación bélica unilateral. Tanto China como otras potencias regionales han declarado reiteradamente que es necesario prevenir las fricciones militares.
Pero, la situación en el Estrecho es cada vez más delicada producto de la política del partido gobernante en Taiwán (PDP). La estrategia estadounidense para “contener a China” ha obtenido el apoyo total de las autoridades taiwanesas. Esto hace que la situación en el estrecho de Taiwán sea potencialmente más explosiva.
Hay dos factores extremadamente inestables en la situación del Estrecho. En primer lugar, las autoridades del partido gobernante se niegan a reconocer el Acuerdo de 1992 y están promoviendo activamente la secesión. En segundo lugar, Estados Unidos sigue interfiriendo en los asuntos chinos creando tensiones en sus regiones periféricas.
Estos dos factores entrelazados amenazan gravemente la seguridad nacional de China y la paz de toda la región. No hay confianza entre China continental y Estados Unidos. La vigilancia y la hostilidad dominan sus relaciones y la situación es cada vez más difícil de controlar.
Es verdad que hay cierta distancia antes que estalle una guerra, pero los riesgos se pueden acercar peligrosamente.
La historia muestra que las guerras, a menudo, estallan no porque alguien quiera el conflicto, sino porque las partes no pueden resolver sus antagonismos y, por lo tanto, se preparan para lo peor. (En algunos casos la guerra llega inesperadamente producto de errores de juicio mutuos).
Dado que nadie quiere esta guerra, todos las partes involucradas deberían rebajar las tensiones y promover la estabilidad y la paz.
La actual conflicto se debe a que el líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, desde que asumió el poder no sólo cambió la política sino que también desconoció los acuerdos de 1992
Con el ex gobernante de Taiwán, Chen Shui-bian, la relación entre China y Estados Unidos era mucho mejor que hoy. Beijing y Washington mantuvieron una comunicación relativamente sólida, y Washington jugó – por momentos – un papel que enfrió las tensiones en el Estrecho.
Ahora ocurre todo lo contrario. Washington se ha convertido en el instigador de los movimientos radicales de las autoridades de Taiwán. Con esta estrategia Estados Unidos trata de “contener a China” aprovechando el conflicto del Estrecho. Si la situación no se calma y las tensiones militares se intensifican es posible que nadie resuelva positivamente el grave riesgo que significa una guerra.
China continental no quiere una guerra en el Estrecho de Taiwán. Su opinión es clara y no ha cambiado con el tiempo.
El peligro se incrementará si las autoridades de Taiwán y los Estados Unidos prosiguen con sus tácticas destinadas erosionar a China. Tanto Estados Unidos como la isla de Taiwán están bailando al mismo ritmo para retar a China continental.
Si estalla una guerra caliente, las autoridades de Taiwán estarán obligadas a dimitir o serán derrocados. Entonces, los líderes de políticos de la isla – que han cometido crímenes atroces – serán enviados al continente y llevados ante la justicia.
Los «mandos de defensa» de Taiwán se autoengañan cuando se jactan de sus capacidades militares. Para que quede claro, si el gobierno taiwanés empuja la situación hasta un conflicto bélico será la administración de la isla la total responsable de haber provocado una tragedia que el pueblo chino, tanto de la isla como del continente, no desean.