«LUKASHENKO PODRÍA SER PARTE DE LA SOLUCIÓN A CORTO PLAZO, PERO A LARGO PLAZO TENDRÁ QUE IRSE».
Artículo del medio digital de Islandia «The Saker»
De acuerdo, lo admito, el título es bastante exagerado. Pero esto es lo que estoy tratando de decir: hay indicios de que Rusia está interviniendo en la crisis de Bielorrusia.
En primer lugar, podemos ver un cambio en las políticas de Lukashenko: si su instinto inicial fue desencadenar una represión brutal tanto de los alborotadores violentos como de los manifestantes pacíficos, ahora ha dado un giro de 180 grados y el resultado es bastante sorprendente: el domingo hubo grandes manifestaciones anti-Lukashenko, pero ni una sola persona fue detenida.. Ni una.
Aún más sorprendente es esto: el canal de TV «Nexta Telagram» administrado por polacos (el medio principal utilizado por el Imperio para derrocar a Lukashenko) inicialmente convocó una protesta pacífica, pero al final del día hizo un llamado para tratar de tomar el edificio presidencial.
Cuando los alborotadores llegaron al edificio, se encontraron con un verdadero «muro» de policías antidisturbios con equipo completo: esta visión fue suficiente para detener a los alborotadores y tuvieron que irse.
Lukashenko e hijo
En segundo lugar, Lukashenko hizo algo bastante extraño, pero que tiene mucho sentido en el contexto bielorruso: se vistió con equipo de combate, agarró un AKSU-74, y voló en helicóptero sobre Minsk para después aterrizar en el edificio presidencial. Luego caminó hacia la policía antidisturbios y toda la fuerza policial lo ovacionó largamente.
Para la mayoría de nosotros, este comportamiento puede parecer bastante extravagante, pero en el contexto de la crisis bielorrusa, que es una crisis que se libra principalmente en el ámbito informativo, tiene mucho sentido.
La semana pasada, Lukashenko dijo que no se llevarán a cabo otras elecciones, porque las que se realizaron son legítimas. Esta vez Lukashenko decidió demostrar, simbólicamente, que él está a cargo y que morirá luchando si es necesario.
El mensaje es claro: » No soy el Ucraniano Yanukovich y, si es necesario, moriré como murió Allende».
No hace falta decir que la maquinaria de propaganda anglo-sionista ha declarado inmediatamente que ver a Lukashenko con un Kalashnikov es una clara señal de que se ha vuelto loco.
En ciertos países occidentales(digamos si un gobernante actúa así en Luxemburgo o en Bélgica) la imputación de locura sería acertada. Pero en el contexto bielorruso, estas acusaciones obtienen muy poca tracción, si lo desea, anótelo: son las diferencias culturales.
Para comprender cuán poderoso es este mensaje, debemos tener en cuenta los dos mensajes clave que la operación psicológica (OPSIC) que el Imperio estaba tratando de transmitir a la gente de Bielorrusia:
Hay profundas diferencias dentro de las élites gobernantes (especialmente los llamados «siloviki» – los «Ministerios de Asuntos Internos y la KGB-).
Lukashenko ya ha huido del país o está a punto de huir (cada vez que un helicóptero vuela sobre Minsk, la operación de guerra psicológica –OPSIC- occidental afirma que Lukashenko está “huyendo del país”).
Tengo una fuerte sospecha de que lo que sucedió entre Putin y Lukashenko es muy similar a lo que sucedió entre Putin y Assad: inicialmente, tanto Assad como Lukashenko pensaron que la pura violencia resolvería el problema.
Esta creencia profundamente errónea dio lugar a una situación en la que las autoridades legítimas casi fueron derrocadas (y esto todavía es posible en Bielorrusia). En cada caso, los rusos dijeron claramente: “ayudaremos, pero hay que cambiar radicalmente los métodos”. Assad escuchó. Lukashenko aparentemente también lo hizo, al menos hasta cierto punto (este proceso acaba de comenzar).
Lo cierto es que la oposición se encuentra en una situación difícil: la gran mayoría del pueblo de Bielorrusia no quiere un golpe violento, seguido de una guerra civil sangrienta, una desindustrialización del país y una sumisión total al Imperio, es decir. ellos no quieren seguir el «camino de Ucrania».
Pero, ¿cómo derrocar * legalmente * a un gobierno, especialmente si ese gobierno envía un mensaje: «moriremos antes que se tomen el poder de manera violenta»?
Luego está el problema con Tikhanovskaia: aunque pocos creen que ella obtuvo el 10% y Lukashenko el 80%, nadie cree sinceramente que ganó las elecciones. Entonces, mientras Occidente quiere pintar a Lukashenko como » el próximo Maduro «, es prácticamente imposible convencer a los bielorrusos «que Tikhanovskaia es el próximo Guaidó «.
¿A dónde vamos ahora?
Bueno, Lukashenko no ha despedido al ministro de Relaciones Exteriores Makei ni al jefe de la KGB Vakulchik. A decir verdad, tiendo a estar de acuerdo con algunos analistas rusos que dicen que Makei no es realmente el problema, y que el principal ruso-fóbico es el propio Lukashenko. (solo un ejemplo: fue él quien eliminó los cuatro Sukhois rusos que Rusia había enviado para ayudar a Bielorrusia a controlar su espacio aéreo).
Es muy cierto que Lukashenko dirige todos sus ministerios con mano de hierro y que decir que Makei es el malvado y Lukashenko es totalmente inocente, no es muy creíble. Sin embargo, incluso si Makei y Vakulchik solo estuvieran ejecutando las órdenes de Lukashenko, ahora caerá sobre sus espaldas la responsabilidad de sus acciones con las fuerzas occidentales que han intervenido en el país. En estas condiciones probablemente los rusos le indicarán a Lukashenko que el Kremlin no trabajará con traidores.
Luego están las declaraciones públicas del ministro de Defensa bielorruso, Viktor Khrenin, que parece haber adoptado una línea muy dura contra las fuerzas occidentales que están detrás de este último intento de revolución de color.
Los militares bielorrusos se entrenan juntos a los militares rusos y también comparten informaciones de inteligencia de forma continua. Sin Rusia, el ejército bielorruso se encontraría completamente aislado, sin apoyo técnico y desconectado de los sistemas de alerta temprana y apartado del apoyo de la inteligencia rusa.
El ejército bielorruso es radicalmente diferente del ejército ucraniano, que prácticamente perdió su preparación para el combate hace décadas y que fue purgado de todos los patriotas por generales corruptos.
Por el contrario, el ejército bielorruso, comparativamente pequeño, está, según todos los informes, muy bien entrenado, debidamente equipado y comandado por oficiales muy competentes. Creo que las fuerzas armadas son leales a Lukashenko y probablemente acogerían con agrado una reunificación con Rusia.
En cuanto al propio Lukashenko, por primera vez ha permitido que se inscriba un partido abiertamente pro-ruso (en el pasado, los movimientos y partidos pro-rusos fueron sistemáticamente perseguidos). También declaró que “su amigo Putin” le aconsejó cómo reaccionar ante los manifestantes
Entonces, ¿se convertirá Bielorrusia en la próxima Siria?
Bueno, no, por supuesto que no, los dos países son demasiado diferentes. Rusia brindará todo su apoyo. Y aunque Lukashenko ahora declara que Occidente solo quiere destruir Bielorrusia como una primera fase de la destrucción de toda Rusia, no creo que haya ninguna posibilidad de un conflicto militar, a menos que suceda una de estas tres cosas:
– Algún chiflado de ambos lados abre fuego y desencadena un incidente militar (incluso eso podría no ser suficiente)
-Los polacos se desesperan y hacen algo fantásticamente tonto (la historia polaca demuestra que esta es una posibilidad muy real)
-Lukashenko muere y se produce el caos (no es probable)
Debemos recordar que cuando Rusia intervino en Siria, el ejército sirio estaba en ruinas y básicamente derrotado. Este no es el caso en Bielorrusia, que tiene un ejército soberbio y pueden asegurar la paz en su propio país, (especialmente cuando cuentan con el respaldo de la KGB y las fuerzas del Ministerio del Interior).
Aún así, aunque Lukashenko podría ser parte de la solución a corto plazo, a largo plazo tendrá que irse y será reemplazado por un líder confiable para el pueblo bielorruso. Lo más probable es que la tarea principal de ese líder será integrar a Bielorrusia con Rusia. Esto, desde todos los ángulos, es una gran diferencia con el drama Sirio.