DISCURSO DE XI JINPING , PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA Y SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA
Hoy celebramos la 28ª sesión de estudio del grupo del Buró Político y nos centramos en la metodología de la economía política marxista. El objetivo de esta sesión de estudio es fortalecer nuestra comprensión de los principios básicos del marxismo. Hemos celebrado anteriormente sesiones sobre temas relacionados con el materialismo histórico y el materialismo dialéctico.
En esta ocasión, profundizaremos nuestra comprensión de las leyes que subyacen al desarrollo económico revisando la economía política marxista para que podamos llegar a ser más competentes y hábiles en la dirección del desarrollo económico de la nación.
Me gustaría ahora expresar algunos de mis pensamientos.
La economía política marxista es un componente importante del marxismo, y requiere un aprendizaje para mantener y desarrollar el marxismo. Marx y Engels obtuvieron logros históricos en el campo de la economía (especialmente en la economía política clásica británica) a través de un proceso de examen crítico basado en la metodología del materialismo dialéctico y el materialismo histórico.
Tras un intenso estudio de las actividades económicas humanas, fundaron la economía política marxista, que desveló el armazón de las leyes que subyacen al funcionamiento económico de la sociedad humana y de la sociedad capitalista en particular.
Engels dijo que toda la teoría de un partido proletario se derivaba del estudio de la economía política, mientras que Lenin consideraba la economía política como una aplicación profunda y completa de la teoría marxista. Aunque ahora hay una rica diversidad de teorías económicas, nuestro estudio de la economía política debe basarse en la economía política marxista y no en ninguna otra teoría económica.
Hay gente que cree que el libro de Marx El Kapital y la economía política marxista están obsoletos, pero este es un juicio arbitrario y erróneo. Dejando de lado eventos más distantes y observando el reciente período desde la crisis financiera mundial, podemos ver que muchos países capitalistas permanecen en depresión económica, con graves problemas de desempleo, profundizando la polarización y las divisiones sociales.
Los hechos nos dicen que las contradicciones entre la socialización de la producción y la posesión privada de los medios de producción siguen existiendo, aunque se manifiesten con características algo diferentes. Después de la crisis financiera mundial, muchos estudiosos occidentales comenzaron a estudiar de nuevo la economía política marxista y El Capital, con el propósito de reflexionar sobre las deficiencias del capitalismo.
El año pasado, el libro El capital en el siglo XXI, del académico francés Thomas Piketty, suscitó un amplio debate en los círculos académicos internacionales. Utilizando datos precisos y abundantes, Piketty demostró que los niveles de desigualdad son más altos que nunca en los Estados Unidos y en otros países occidentales.
Piketty sostiene que el capitalismo “sin restricciones” ha agravado fenómenos como la desigualdad y que la situación seguirá empeorando. Su análisis se realiza principalmente desde la perspectiva de la distribución y no aborda de manera una cuestión tan fundamental como la propiedad de los medios de producción, pero las conclusiones a las que llega merecen nuestra consideración.
Nuestro Partido siempre ha dado gran importancia al estudio, análisis y aplicación de la economía política marxista. Mao Zedong organizó sesiones especiales para estudiar El Capital en cuatro ocasiones, y dirigió múltiples discusiones sobre los libros soviéticos sobre Economía Política, subrayando que el análisis de las cuestiones de economía política era de gran importancia teórica y práctica.
Durante el período de la Nueva Democracia (1911-1949), Mao Zedong creó el programa económico de la nueva democracia e introdujo una serie de ideas originales sobre el desarrollo de la economía china en el proceso de exploración del camino hacia el socialismo.
Por ejemplo, introdujo la teoría de las contradicciones básicas en las sociedades socialistas y propuso conceptos importantes como la búsqueda de una planificación integral y un equilibrio general, considerando la agricultura como la base y la industria como la fuerza principal, y la coordinación del desarrollo de la agricultura, la industria ligera y la industria pesada. Todos estos son ejemplos de cómo nuestro Partido ha impulsado la evolución de la economía política marxista.
Desde el tercer pleno del XI Comité Central del PCCh en 1978, nuestro Partido ha integrado los principios básicos de la economía política marxista en la práctica de la reforma y la apertura, y ha hecho esfuerzos constantes para enriquecer y desarrollar la economía política marxista.
Después de la «Decisión del Comité Central del PCCh sobre la reforma de la estructura económica» aprobada en octubre de 1984, Deng Xiaoping comentó que esta política representaba sólo el «primer borrador» de un concepto de economía política que fusionaba los principios básicos del marxismo con la práctica del socialismo con características chinas. A medida que la reforma y la apertura se han ido profundizando – en los más de tres decenios transcurridos desde entonces- hemos conseguido muchos logros teóricos importantes para la economía política marxista de la China contemporánea.
Algunos ejemplos son la teoría sobre la esencia del socialismo, la teoría sobre el sistema económico básico para la etapa primaria del socialismo, la teoría sobre el establecimiento y la aplicación de la filosofía del desarrollo innovador, coordinado, ecológico, abierto y compartido, la teoría sobre el desarrollo de la economía de mercado socialista y sobre el hecho de que el mercado desempeñe el papel decisivo en la asignación de recursos, al tiempo que se garantiza que el gobierno desempeñe mejor su función, la teoría sobre la entrada de China en una nueva normalidad de desarrollo económico, la teoría sobre la coordinación de los procesos de nueva industrialización, digitalización, urbanización y modernización agrícola, la teoría sobre la naturaleza de los derechos de propiedad, los derechos de contrato y los derechos de uso de las tierras agrícolas contratadas, la teoría sobre la utilización eficaz de los mercados y recursos nacionales e internacionales, y la teoría sobre la promoción de la equidad, la justicia social y el logro de la prosperidad común para todos.
Por razones obvias estos logros teóricos no pudieron ser analizados por los clásicos marxistas. Antes de la reforma y la apertura nosotros tampoco teníamos ninguna experiencia o comprensión de los temas que les conciernen. En cambio, hoy forman un cuerpo de conocimientos sobre economía política que han ido moldeado el contexto de la China contemporánea. Este hecho no sólo ha proporcionado una firme orientación al esfuerzo de China para lograr el desarrollo económico, sino que también ha abierto nuevas fronteras para la economía política marxista.
En la marea volátil e impredecible de la economía mundial de hoy, una prueba importante para nuestro Partido es saber si podemos o no dirigir eficazmente el gran barco de la economía de China. Con un panorama económico extremadamente complejo – tanto en el país como en el extranjero – y una profusión abrumadora de fenómenos económicos a los que hay que enfrentarse.
El estudio de los principios básicos y de la metodología de la economía política marxista, debe ayudarnos a dominar con sólidos elementos de análisis económico para la comprensión de los procesos por los que pasa la economía, y entender las leyes que subyacen en el desarrollo social y económico, y a la vez ser más competentes para mantener en marcha la economía socialista de mercado. El marxismo nos permitirá abordar con mayor eficacia los desafíos teóricos y prácticos del desarrollo económico de nuestra nación.
El propósito de estudiar la economía política marxista es dirigir mejor el desarrollo económico de China. Si bien debemos asegurarnos que debemos mantener sus principios básicos y su metodología, también es importante que integremos a la economía política marxista con la realidad del desarrollo económico de nuestra nación, para alcanzar nuevos logros teóricos en este proceso.
Primero, debemos mantener un enfoque del desarrollo centrado en la gente.
El desarrollo es para el pueblo; esta es la posición fundamental de la economía política marxista. Marx y Engels afirmaron que «el movimiento proletario es el movimiento consciente e independiente de la inmensa mayoría, en interés de la inmensa mayoría», y que, en las sociedades futuras, la producción estaría «calculada para la riqueza de todos». Deng Xiaoping dijo que emancipar y desarrollar las fuerzas productivas y eliminar la explotación y la polarización para, en última instancia, lograr la prosperidad común representa la esencia del socialismo.
La quinta sesión plenaria del 18º Comité Central del PCCh, en octubre de 2015, subrayó claramente la necesidad de mantener un enfoque del desarrollo centrado en el pueblo, y de hacer que la mejora del bienestar del pueblo, la promoción de su desarrollo integral y la búsqueda de un progreso constante hacia la prosperidad común sean los objetivos inmutables del desarrollo económico. Esto es algo que nunca debemos perder de vista. Al planificar el trabajo económico, formular políticas económicas y promover el desarrollo económico, debemos siempre adherirnos firmemente a esta posición fundamental.
Segundo, debemos mantener la nueva filosofía de desarrollo.
Respondiendo a los nuevos cambios en el ambiente, condiciones, tareas y requerimientos para el desarrollo de nuestra nación, la Quinta Sesión Plenaria del Comité Central del 18º CPC estableció la necesidad de establecer y mantener una nueva filosofía de desarrollo; innovador, coordinado, verde, abierto y compartido. Los cinco componentes de esta filosofía se introdujeron sobre la base de un examen profundo de las lecciones y la experiencia en materia de desarrollo en el país y en otros lugares, así como un análisis minucioso de las principales tendencias de desarrollo nacionales e internacionales.
Estas ideas representan la nueva comprensión de nuestro Partido de las leyes subyacentes que rigen el desarrollo de China, y se corresponden con muchas de las perspectivas de la economía política marxista. Por ejemplo, Marx y Engels imaginaron sociedades futuras en las que habría «participación de todos en los placeres producidos por todos», en las que «el hombre es un ser natural» y en las que «la historia de la naturaleza y la historia de los hombres dependen la una de la otra».
Mientras tanto, los cinco componentes de la nueva filosofía del desarrollo representan también una destilación de los conocimientos que hemos adquirido en el proceso de impulsar el desarrollo económico y un resumen teórico de nuestra experiencia al respecto. Debemos persistir en el uso de esta nueva filosofía del desarrollo para guiar y hacer avanzar el desarrollo económico de nuestra nación, y para resolver sistemáticamente los desafíos abriendo nuevos caminos en el proceso.
Tercero, debemos mantener y mejorar nuestro sistema económico socialista básico.
Según la economía política marxista, la propiedad de los medios de producción es el núcleo de las relaciones de producción, y esto determina la naturaleza fundamental de una sociedad y la orientación de su desarrollo. Desde la reforma y la apertura, nuestro Partido ha reflexionado sobre las experiencias positivas y negativas y ha establecido un sistema económico básico para la etapa primaria del socialismo.
Bajo este sistema hemos subrayado la importancia de seguir haciendo de la propiedad pública el pilar fundamental, permitiendo al mismo tiempo el desarrollo paralelo de otras formas de propiedad, y hemos dejado claro que tanto el sector público como el no público son componentes importantes de la economía socialista de mercado, así como fundamentos decisivos para el desarrollo económico y social de nuestra nación.
Debemos consolidar y desarrollar el sector público con un firme compromiso, y dedicar igual compromiso a guiar el desarrollo del sector no público, asegurando que la todas las formas de propiedad se refuercen y desarrollen conjuntamente.
Al mismo tiempo, debemos tener muy claro que el sistema económico básico de nuestra nación es el sistema socialista chino y la economía de mercado socialista, por lo tanto, el papel dominante de la propiedad pública y el papel de liderazgo del sector estatal no deben cambiar de ninguna manera. Esto representa una garantía institucional para asegurar que las personas de todos los grupos étnicos de China puedan compartir los frutos del desarrollo, así como un medio importante para consolidar la posición de gobierno del PCC y mantener el sistema socialista.
Cuarto, debemos mantener y mejorar nuestro sistema básico de distribución socialista.
La economía política marxista postula que la distribución está determinada por la producción y es reactiva a ella, y que «la producción debe impulsar un modo de distribución que permite a todos los miembros de la sociedad desarrollar, mantener y ejercer sus capacidades con la máxima universalidad».
Considerando nuestras condiciones reales, en su momento establecimos un sistema de distribución centrado en una distribución basada en el trabajo, mientras que se permitió la coexistencia de otras formas de distribución. Esta combinación institucional ha demostrado – a través de la práctica – ser propicio para movilizar la iniciativa de todos los sectores y lograr un equilibrio orgánico entre la eficiencia y la equidad. Sin embargo, debido a una multitud de factores, siguen existiendo importantes problemas en la distribución de los ingresos en China.
Hay que reconocer que la brecha entre los ingresos se ha ampliado, la proporción de la distribución primaria que corresponde a los salarios es relativamente baja, y la proporción de los ingresos personales en la distribución del ingreso nacional también es baja.
Hemos tomado estos problemas muy en serio, trabajando duro para asegurar que los ingresos personales crezcan al ritmo de la economía, y que los salarios aumenten al ritmo de la productividad laboral. Ajustaremos la estructura de distribución del ingreso nacional, lograremos un aumento constante de los ingresos de los residentes urbanos y rurales, y continuaremos reduciendo la brecha de ingresos, mediante la mejora constante de los sistemas y mecanismos, así como medidas específicas.
Quinto, debemos mantener las reformas para desarrollar la economía socialista de mercado.
El desarrollo de la economía de mercado en condiciones del socialismo en China representa un esfuerzo pionero emprendido por nuestro Partido. Uno de los factores clave del enorme éxito de China en el desarrollo económico es que hemos aprovechado simultáneamente los puntos fuertes de la economía de mercado y la solidez del sistema socialista. Nuestra economía de mercado se ha desarrollado bajo las condiciones esenciales del sistema socialista y del liderazgo del PCCh. El término «socialista» es el descriptor clave, y esto es algo que nunca debemos perder de vista.
Llamamos a nuestra economía una economía socialista de mercado porque nos comprometemos a mantener las fortalezas de nuestro sistema mientras evitamos efectivamente las deficiencias de una economía de mercado capitalista.
Reconociendo la naturaleza dual de las cosas bajo un enfoque dialéctico, debemos seguir trabajando para integrar el sistema socialista básico con la economía de mercado, asegurándonos que las fortalezas de cada uno se ponen en práctica, y dedicando esfuerzos prácticos para resolver el desafío económico universal de “cómo tener tanto un mercado eficiente con un gobierno socialista eficiente”.
En sexto lugar, debemos mantener la política nacional de apertura.
Según la economía política marxista, la sociedad humana y la historia serán testigo en última instancia de la trascendencia las naciones individuales para llegar a una formación a la escala global. Hoy en día, el grado de conexión de nuestro país con el mundo no tiene precedentes, al igual que el impacto de nuestra economía en la economía mundial y viceversa.
Con una globalización cada vez más profunda, no podríamos perseguir el desarrollo cerrándonos a nosotros mismos. Por el contrario, debemos ser expertos en vigilar el panorama tanto en el país como en el extranjero, y hacer un buen uso de los mercados y recursos nacionales e internacionales.
Conforme a la tendencia de la profunda integración de nuestra economía en la economía mundial, debemos desarrollar una economía abierta, y participar activamente en la gobernanza económica mundial impulsando un orden económico mundial en una dirección más justa, equitativa, cooperativa y mutuamente beneficiosa.
Al mismo tiempo, debemos salvaguardar con firmeza los intereses de desarrollo de nuestra nación, prevenir los riesgos de todo tipo y garantizar nuestra seguridad económica. En la realización de estas tareas, hay muchas cuestiones teóricas y prácticas que debemos explorar más a fondo.
Para concluir, nuestro compromiso de mantener los principios básicos y la metodología de la economía política marxista no implica el rechazo de los componentes racionales de otras teorías económicas.
Los conocimientos económicos occidentales sobre temas como las finanzas, los precios, la moneda, los mercados, la competencia, el comercio, los tipos de cambio, las industrias, las empresas, el crecimiento y la gestión reflejan una parte de las leyes generales que sustentan la producción socializada y la economía de mercado y, por lo tanto, deben utilizarse como referencia.
Al mismo tiempo, debemos mirar con discernimiento y cuidado las teorías económicas occidentales, asegurándonos de separar el trigo de la paja. Poniendo en primer lugar nuestros propios intereses y utilizando la fuerza de los demás en beneficio del pueblo. Esto significa que debemos asegurarnos de no copiar los aspectos de estas teorías que reflejan los valores del sistema capitalista o que están teñidos por la ideología del occidente capitalista.
Aunque la disciplina de la economía se dedica al estudio de las cuestiones económicas, no existe en el vacío y, por lo tanto, no puede separarse de las cuestiones sociales y políticas. Por tanto, cuando nuestros educadores enseñan economía, no deben abogar por una absorción indiscriminada de conceptos ajenos. Deben debatir y enseñar economía política marxista y economía política socialista en la China contemporánea. Deben hacerlo a fondo y con detenimiento para evitar su marginación.
Para que la economía política marxista siga siendo vital, debe evolucionar con los tiempos. La práctica es la fuente de la teoría. En el espacio de apenas unas décadas, hemos completado un proceso de desarrollo que tomó siglos para los países desarrollados. Detrás de todos nuestros progresos y logros ha estado el tremendo impulso, vigor y potencial de la innovación teórica. Hoy en día, nuestra economía y la economía mundial se enfrentan a muchos nuevos e importantes desafíos, que deben ser abordados por teorías sólidas.
Basándonos en las condiciones nacionales de China y en nuestras experiencias en materia de desarrollo, debemos examinar a fondo las nuevas circunstancias a las que se enfrentan las economías nacionales y mundiales, sacando a la luz nuevas pautas y cualidades.
Debemos revisar y perfeccionar los logros que hemos alcanzado conocimiento en profundidad las leyes subyacentes del proceso de desarrollo económico. Y, a la vez, elevar nuestra experiencia práctica al nivel de las teorías económicas sistematizadas. Al hacerlo, abriremos nuevas fronteras para la economía política marxista en la China contemporánea, y contribuiremos con la sabiduría china con innovación y disciplina.