Dimitris Konstantakopoulos, académico griego miembro de la dirección de Utopía Review
No hay mucha gente en el mundo que dude que los servicios secretos israelíes son los responsables del asesinato del destacado físico iraní Mohsen Fakhrizadeh, el «padre» del programa nuclear iraní. Sin admitirlo abiertamente, los israelíes no han hecho nada para desmentir tal impresión, al contrario, han admitido “anónimamente” su responsabilidad a través del New York Times.
El asesinato del científico iraní es, sin duda, un golpe para el programa nuclear iraní. Pero, por supuesto, Teherán encontrará otro científico que lo reemplace y continuará con el programa. Por tanto, es más probable que Israel, es decir, Netanyahu, esté intentando provocar una guerra con Irán, antes de que Donald Trump, abandone la Casa Blanca.
Y esta es la explicación más minimalista ya que nadie puede estar seguro de lo que están preparando Netanyahu, Bannon, Pompeo, Kouchner, Trump y compañía, no solo en Medio Oriente, sino también en otras latitudes del mundo.
(Netanyahu también tiene una motivación personal muy fuerte para desear un «escape con una guerra». Se ha comportado, estos últimos cuatro años, como “si tuviera a Estados Unidos en el bolsillo” con Trump al mando, pero ahora “el poder fuerte estadounidense” y el sionismo global le gustaría derribarlo. Y esperan hacerlo después que Trump se vaya pues Netanyahu enfrenta serios cargos de corrupción).
La versión de una provocación también ha sido aceptada, de manera indirecta pero clara, por el jefe de la CIA bajo Obama. John Brennan, hizo un comentario más adecuado a una cuasi «guerra civil» en el «Olimpo» de los servicios de inteligencia del Imperio occidental que a un ex director de la CIA.
Míster Brennan escribió un tuit diciendo que no sabía si algún estado apoyó este asesinato, pero, si esto ocurrió dice “estaríamos frente a un terrorismo respaldado por un estado”. De esta manera separó el asesinato del científico iraní de los asesinatos realizados por Al Qaeda y el ISIS. A continuación, Brennan expresó la esperanza que Teherán demostraría ser lo suficientemente sabio para que sus «líderes responsables» esperen que llegue Washington la nueva administración “antes de responder a una provocación”.
El viaje a Arabia Saudita y los cálculos de Teherán
Unos días antes del asesinato, Pompeo, Netanyahu y el jefe del Mossad viajaron a Arabia Saudita para sumar al Emirato en una alianza bélica contra Irán, pero sin éxito según “Middle East Eye”.
El diario informo hace un par de días que Arabia Saudita también canceló el reconocimiento de Israel que había prometido antes de las elecciones estadounidenses. Además, especialistas en Oriente Medio consideran que seguramente Pompeo advirtió a Bin Salman “que se preparara para evitar un ataque» con drones el petróleo saudí.
Ya antes del asesinato los servicios de inteligencia estaban convencidos que Netanyahu estaba preparando un ataque contra sus instalaciones nucleares para sabotear una posible renovación del acuerdo entre Estados Unidos con Teherán.
El racionamiento de Pompeo fue simple: Si los israelíes atacan y los iraníes responden, entonces Trump se sentirá libre de atacar a Irán, argumentando la obligación de defender a Israel.
Por supuesto, el problema con esta “estrategia” es que todo el mundo sabe lo que quiere Netanyahu, Pompeo y Trump. Y por lo tanto, nadie está dispuesto a caer en quizás la última trampa de los perdedores.