Desde 2014 unas 14.000 personas han sido asesinadas en el Donbass por el régimen de Kiev . Parece que en todo ese tiempo las personas pacifistas bienintencionadas y quienes hacen hoy comunicados contra la guerra pensaban que había “paz” en Ucrania.
ANDRÉS PIQUERAS, PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD JAUME I
Sólo una reflexión quisiera hacerles a las personas que con buena intención se quieren manifestar ahora por la paz y hacen comunicados y declaraciones en torno a ella sobre la «guerra en Ucrania» (a las que lo hacen con intenciones claras de hacer daño es mejor combatirlas de otra forma).
La guerra en ese país no ha comenzado hace dos días, sino que lo hizo hace más de diez años, pero sobre todo estalló con el golpe de Estado de 2014 que llevó a los centros neurálgicos del Estado ucraniano a cuerpos nazis de asalto y de planificación (además de a “asesores” estadunidenses y de la OTAN que desde entonces utilizaron a Ucrania para hostigar a Rusia y hacer que ésta saltara, teniendo así una excusa para cortar vínculos energéticos y económicos entre la UE y ese país, de manera que Europa dependa cada vez más de lo que EE.UU quiera darle, entre otros objetivos cuyo fin último pasa por la destrucción de Rusia). Desde entonces a la población que no estuvo de acuerdo con ese golpe, como por ejemplo la de Donbass, no se la ha parado de atacar.
Unas 14.000 personas asesinadas en ese territorio dan cuenta de ello. Parece que en todo ese tiempo las personas pacifistas bienintencionadas y quienes hacen hoy comunicados contra la guerra pensaban que había “paz” en Ucrania. Más o menos vendría a tratarse de la misma “paz” que deben pensar que existe en Colombia o Mali o Guatemala o Sáhara o Kurdistán o Sudán o Congo o Irak, o………. (ponga cada quien la enorme lista de países que quiera).
Pero no, ni la guerra “de baja intensidad” fuera de los focos mediáticos de esa entelequia que se llama a sí misma “Occidente”, ni la guerra social contra sus propias poblaciones de demasiados Estados del planeta, ni la guerra económica que mata millones de personas a diario en el mundo, son “paz”.
La PAZ sólo puede existir realmente cuando hay ausencia de injusticia, de explotación y opresión, y cuando unas y otras sociedades se respetan a sí mismas y se respetan mutuamente. Quienes de verdad bienintencionadamente quieren la “paz” deben luchar cada día por lograr un mundo sin aquellas expresiones de barbarie (algo que es imposible que ocurra cuando ese mundo está regido por un sistema capitalista).
Salir a la calle sólo cuando la Guerra que sacude cada día al planeta se hace evidente en su forma más aparatosa, es como intentar acabar con la sequía tirando unos cuantos globitos de agua al cielo. Hay que posicionarse por la PAZ de verdad. Es decir, hay que deshacerse de este sistema socioeconómico.