DETALLADO ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN EN EL FRENTE Y DEL SIGNIFICADO DE LA PALABRAS DE PUTIN PUBLICADO POR UWE PARPART, DIRECTOR DEL DIARIO FINANCIERO «ASIA TIMES«.
Resumen
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó una “movilización parcial” convocando a 300.000 reservistas a partir del 21 de septiembre. Dejó en claro que ya no ve la intervención de Ucrania como una “operación militar especial” limitada, sino como una lucha contra “toda la maquinaria militar del Occidente colectivo”.
“En caso de una amenaza a la integridad territorial de nuestro país y para defender a Rusia y a nuestro pueblo, ciertamente haremos uso de todos los sistemas de armas disponibles para nosotros. Esto no es un farol”, dijo Putin en un discurso televisado.
Los cuatro oblasts (regiones) parcialmente ocupados por Rusia de Lugansk, Donetsk, Zaporizhzhia y Kherson celebrarán referéndums sobre la adhesión a Rusia a partir de este viernes.
La reacción occidental fue el sarcasmo: “señal de fracaso”, dijo Ben Wallace, secretario de Defensa del Reino Unido; “pánico”, dijo el primer ministro holandés, Mark Rutte; “señal de debilidad, dijo, Anthony Blinken, secretario de Estado de EE UU; “acto de desesperación”, afirmó el canciller alemán Olaf Scholz.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró que Rusia no podrá ganar una guerra nuclear y enfrentará consecuencias sin precedentes si usa armas nucleares.
En el terreno, después de importantes ganancias, la ofensiva ucraniana en el teatro Este/Centro ha logrado un progreso mínimo durante los últimos tres días. Ha perdido impulso. La ofensiva en el Sur anunciada a bombo y platillo a finales de agosto no se ha desarrollado.
Este/Centro
Las fuerzas ucranianas continúan presionando las posiciones rusas alrededor de Lyman y puntos al este. El asalto a Lyman, según un funcionario anónimo del Pentágono, se convirtió en un duelo de artillería.
Los rusos han establecido dos líneas defensivas de norte a sur, la primera a lo largo del río Oskol, la segunda unos 20 kilómetros más al este de la frontera entre Kharkiv y el óblast de Lugansk.
Más al sur, la acción alrededor de Bakhmut continúa con enfrentamientos reportados en Soledar. Los bloggers rusos afirman que sus fuerzas finalmente tienen el control de Zaitseve, justo al sureste de Bakhmut.
Las fuerzas rusas continúan operando al noroeste de la ciudad de Donetsk, empujando desde Pisky a Pervomaiske y Nevelske, así como al suroeste hacia Marinka para obtener pequeñas ganancias con del apoyo masivo de artillería.
Sur
En la región de Kherson hay una batalla de ingeniería, ya que la artillería ucraniana continúa atacando las líneas de comunicación rusas (LOC) mientras los ingenieros rusos continúan construyendo y reparando puentes de pontones y operando transbordadores a través de varios ríos.
Fuentes rusas dicen que al noroeste de Kherson, las fuerzas ucranianas están a la defensiva en la carretera M14 a Mykolaiv, así como a unos 30 kilómetros al oeste de Kherson en la carretera costera en el área de Oleksandrivka.
Alrededor de la cabeza de puente ucraniana sobre el río Inhulets, a unos 60 kilómetros al noreste de Mykolaiv, las fuerzas rusas atacaron el flanco izquierdo ucraniano justo al sur de Davydiv Brid. Esta cabeza de puente ha existido en su forma actual durante unos seis meses.
Evaluación
Aunque ambas fuerzas se preparan para probables enfrentamientos en los meses de invierno la ofensiva ucraniana ha perdido fuelle.
El «juicio» al unísono de los líderes occidentales tiene mucho más en común con un lenguaje oficial reglamentado que con la realidad.
Si leímos atentamente el discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, no podemos estar de acuerdo con la retórica de los líderes occidentales,
Putin concluyo de manera coherente que la guerra ya no es (si alguna vez lo fue) un asunto sobre Ucrania y Rusia, sino sobre Rusia y la OTAN, con los Estados Unidos a la cabeza.
El presidente ruso dejó claro que Occidente, y Estados Unidos, no quieren un acuerdo de paz sino la destrucción de Rusia, tal como la conocemos hasta ahora.
Por lo tanto, Putin ya no combatirá una guerra limitada y se debe esperar un gran despliegue de recursos para ganar la guerra. La frase final de su discurso fue muy clara.
“Es nuestra tradición histórica y el destino de nuestra nación detener a aquellos que están interesados en la dominación global y amenazan con dividir y esclavizar a nuestra Patria. Tengan la seguridad que defenderemos la patria esta vez también”.
Estamos en un momento más peligroso que la Crisis de los Misiles en Cuba.
No porque Putin sea incoherente, sino por su fría determinación de sobrevivir y ganar, y por la evidente incapacidad del presidente Joe Biden, y de sus asesores, para considerar una solución diplomática que lleve a la paz.
Los expertos militares occidentales, y también el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg deben reflexionar. Los rusos no están acabados, ni mucho menos. Con sus claros y oscuros la realidad en el terreno es muy distinta.
Quizás, su exceso de entusiasmo se deba a que Fuerzas ucranianas – con inteligencia operativa de Estados Unidos y con una superioridad de 5 a 1 – rodearon a principios de mes a unos cuantos batallones rusos y a milicianos de las Repúblicas del Donbass. Los rusos fueron tomados por sorpresa y lo pagaron caro.
Hay muchos ejemplos de este tipo en la historia militar. En la Segunda Guerra Mundial hubo cuatro batallas de Kharkiv, batallas que involucraron a millones, no a unos pocos miles. Los alemanes ganaron tres; los rusos ganaron el último enfrentamiento , el único que contó para la historia de la guerra.
La movilización rusa, sin duda, llevará tiempo, incluso una parcial de reservistas. Pero, esta decisión ofrece la oportunidad de enviar al frente de Donbass, dentro de dos o tres semanas, fuerzas entrenadas y equipadas desde el Lejano Oriente. Estas, pueden ser reemplazados a medida que los reservistas se pongan al día.
Esta movilización significa que a partir de ahora habrá una guerra total en Ucrania. Su infraestructura será el objetivo ya que las fuerzas aéreas y navales de Rusia se utilizarán por completo.
Es probable que las mareas cambiantes de la guerra no cambien inmediatamente a favor de Rusia. Pero, a falta de una intervención terrestre o aérea directa de la OTAN, un invierno frío, duro y destructivo se avecina en el horizonte.