DIARIO «GLOBAL TIMES» MEDIO DE COMUNICACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA
Mediante acciones prácticas, China y Rusia siguen enriqueciendo su asociación estratégica integral en la nueva era, esbozando un perfil más claro de un nuevo tipo de relación internacional, que no sólo proporciona al mundo un impulso para el desarrollo, sino que también sirve de valioso punto de referencia y modelo. La resistencia China-Rusia frente a las interferencias occidentales se ha fortalecido significativamente, y el ruido generado por EE.UU. y los países del G7 sirven de motivación inversa para seguir avanzando.
En la tarde del 24 de mayo, el presidente chino, Xi Jinping, se reunió en el Gran Salón del Pueblo de Pekín con el primer ministro de la Federación Rusa, Mijaíl Mishustin, de visita oficial en China. Ese mismo día, Mishustin también mantuvo conversaciones con el primer ministro chino, Li Qiang. China y Rusia firmaron una serie de acuerdos bilaterales sobre cooperación en el comercio de servicios, deportes, patentes y exportaciones de mijo ruso a China, lo que muestra los importantes resultados de la primera visita de Mishustin a China desde que asumió el cargo de Primer Ministro ruso. El aumento de la calidad de la cooperación económica y comercial entre China y Rusia, unido a un depósito lleno de petróleo, las impulsará hacia un futuro más lejano y amplio.
El tamaño y el nivel de la delegación rusa y el número de empresarios que acompañan a Mishustin son poco frecuentes en los últimos años. La visita tenía como principal objetivo poner en marcha proyectos de cooperación y seguir ampliando la cooperación económica. En marzo de este año, el Presidente Xi realizó con éxito una visita de Estado a Rusia y esbozó con el Presidente Vladimir Putin el plan para el desarrollo de las relaciones chino-rusas y la cooperación en diversos campos. Esta visita de Mishustin a China está promoviendo la puesta en práctica del anteproyecto, y con los esfuerzos conjuntos de China y Rusia, se convertirá en una hoja de ruta y un plan de construcción, y con el tiempo se convertirá en una hermosa realidad. Como resultado, la revitalización económica China-Rusia recibirá un continuo y fuerte impulso, y más personas de ambos países sentirán y disfrutarán de los beneficios tangibles aportados por una cooperación mutuamente beneficiosa.
La rica práctica de la asociación estratégica integral de coordinación entre China y Rusia en la nueva era nos dice que cuando la confianza política mutua entre los dos países alcanza cierto nivel, el mundo se abre de repente, presentando oportunidades y potencial para una cooperación mutuamente beneficiosa. Además del tradicional comercio energético, Rusia se está centrando en profundizar la integración de las Zonas Económicas Especiales Avanzadas de Extremo Oriente con la revitalización del noreste de China, promover la liquidación del Yuan en las finanzas, reforzar la cooperación en la construcción de infraestructuras y mejorar continuamente el nivel de conectividad del transporte transfronterizo, todo lo cual ofrece un gran margen para la imaginación. También se han resuelto algunos problemas del pasado, y se han ido eliminando gradualmente los bloqueos y cuellos de botella. Por supuesto, el camino debe recorrerse paso a paso, y la cooperación integral entre China y Rusia no deja de avanzar.
Esta es la esencia del nuevo tipo de relación entre grandes países, y sugerimos que Washington se lo tome en serio. Porque la estrechez de miras de Washington no tiene cabida en China ni a Rusia, haciendo que incluso el vasto Océano Pacífico parezca estrecho. Los medios de comunicación occidentales, cuyas mentes están llenas de confrontación, se ponen nerviosos al ver una cooperación normal entre China y Rusia. Abogan por que China y Rusia «unan sus fuerzas para resistir a Occidente» o agitan la vieja cantinela de «Rusia depende de China» para provocar la enemistad en relaciones chino-rusas. ¿Es posible que Estados Unidos contenga y reprima a China, aísle a Rusia en todos los aspectos e intente también socavar las relaciones entre China y Rusia?
La raíz de esta permanente actitud divisoria estadounidense radica en sus incontrolables impulsos hegemónicos y en el temor a la llamada «alianza China-Rusia», considerada la mayor pesadilla geopolítica para Washington. Estos dos factores crean un conflicto interno y una tensión psicológica que EEUU no puede resolver. La tensa atmósfera sobre la región Asia-Pacífico es esencialmente una manifestación externa de las ansiedades geopolíticas de la Casa Blanca. Discutiendo los asuntos globales frente a un mapamundi, desplegado en sus despachos, los estrategas de sillón de Washington sólo pueden percibir amenazas y adversarios. Con su intromisión, provocan una profecía autocumplida, empujando a países que podrían haber sido socios potenciales al lado opuesto al. estadounidense y creando los riesgos estratégicos más graves de esto tiempos.
A menudo hacemos hincapié en que la cooperación entre China y Rusia no va dirigida contra terceros ni está sujeta a interferencias o coacciones de terceros. Este principio guía las interacciones de China no sólo con Rusia, sino también con todos los países, incluidos los de Europa, Oriente Medio y las regiones vecinas. Contrasta fuertemente con las prácticas del hegemonismo: una hace hincapié en la «no focalización» y en la «no interferencia ni coerción», mientras que la otra se dedica precisamente a la «focalización», la «interferencia» y la «coerción» en todo el mundo. El primero ha creado asombrosos milagros de paz y desarrollo, mientras que el segundo ha dejado innumerables cicatrices y conflictos.
Mediante acciones prácticas, China y Rusia siguen enriqueciendo el contenido de su asociación estratégica integral de coordinación en la nueva era, esbozando un perfil más claro de un nuevo tipo de relación internacional, que no sólo proporciona al mundo un impulso para el desarrollo, sino que también sirve de valioso punto de referencia y modelo. La resistencia de la cooperación China-Rusia frente a las interferencias se ha fortalecido significativamente, y el ruido generado por EE.UU. y los países occidentales nos sirve de motivación inversa para seguir avanzando. Tal como reza el famoso poema de la dinastía Tang citado por Mishustin durante su visita a China: «Disfrutarás de una vista más grandiosa, si subes a una mayor altura».