JUSTIN PODUR, PROFESOR DE ECONOMÍA DE LA UNIVERSIDAD DE YORK
Los sistemas monetarios reflejan el equilibrio de poder en el mundo: no lo cambian. El patrón oro anglosajón y el dólar estadounidense reflejaron durante siglos el poder del imperial de Occidente. En un mundo multipolar, sin embargo, deberíamos esperar acuerdo monetarios y monedas para el comercio mucho más diversos. Hacía ya vamos.
La desdolarización parece estar aquí, » nos guste o no «, como afirma en mayo de 2023, el Quincy Institute for Responsible Statecraft, un grupo de expertos con sede en Washington.
Quincy no es el único que habla de desdolarización: los economistas Radhika Desai y Michael Hudson han ilustrado acerca de este proceso en su programa de YouTube, «La hora de la economía geopolítica« . En el canal Democracy at Work, el economista Richard Wolff dio una instructiva explicación sobre el tema. Por otro lado, medios como Business Insider se han apresurado en asegurar que el dominio del dólar no va a desaparecer.
El tema ha llegado al Congreso estadounidense. En una larga y variada audiencia una comisión especial discutió el espinoso asunto. Lo llamó: « Como preservar el estatus del dólar estadounidense como moneda de reserva global «. Durante las reuniones , los miembros del Congreso expresaron tanto optimismo como ansiedad sobre el futuro del dólar ante lo que ven como una «creciente amenaza de desdolarización». Pero, ¿qué motivó este debate?
Hasta hace poco, la economía mundial aceptaba sin discusión el dólar como moneda de reserva y de transacción internacional. Los bancos centrales de Europa y Asia tenían un apetito insaciable por los bonos del Tesoro estadounidense, denominados en dólares, lo que le dio a Washington la capacidad de gastar dinero y financiar su deuda y sus guerras, a voluntad.
Como hemos visto, si un país se desvía política o militarmente, Washington no ha dudado en aplicar sanciones, excluyendo al díscolo del sistema mundial de comercio denominado en dólares.
¿Pero por cuánto tiempo podrá aplicar esta política punitiva ? Después de la cumbre de marzo entre el presidente ruso, y el presidente chino, Xi Jinping, Vladimir Putin declaró: » Estamos a favor de utilizar el yuan chino para acuerdos entre Rusia con China y con los países de Asia, África y América Latina «.
Poniendo esa declaración en perspectiva, el destacado economista del Foro Económico Mundial, Fareed Zakaria afirmó a la CNN: » La segunda economía más grande del mundo y el mayor exportador de energía están juntos buscando activamente hacer mella al dominio del dólar como ancla del sistema financiero internacional «.
Según Zakaria, Rusia y China tienen menos reservas en dólares en sus bancos centrales y liquidan la mayor parte de su comercio en yuanes, mientras que otros países sancionados por Estados Unidos están recurriendo al «comercio de rebajas» para evitar la dependencia del dólar .
Un nuevo sistema monetario mundial, o al menos uno donde NO exista una moneda de reserva casi universal, equivaldría a una reorganización del poder político, económico y militar, una reorganización geopolítica que no se ve desde el final de la Guerra Fría o más exactamente desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Pero, como muestran claramente sus orígenes y evolución, un sistema de comercio global estándar es relativamente reciente y no existen reglas estrictas que dicten cómo debe organizarse.
Hagamos un breve recorrido por la tumultuosa historia monetaria del comercio mundial y consideremos los factores que podrían desencadenar otra fase en su evolución.
La moneda mercantil imperial
Antes de la dolarización de la economía mundial, el sistema internacional utilizaba el patrón oro impuesto por la indiscutible supremacía naval del Imperio Británico. Pero un sistema monetario respaldado por el oro, una mercancía extraída, tenía un defecto inherente: la deflación. Mientras la minería de metales pudiera seguir el ritmo del crecimiento económico, el patrón oro podía funcionar.
Sin embargo, como observó Karl Polanyi en su libro de 1944, La gran transformación , “ la cantidad de oro disponible solo puede incrementarse en unos pocos puntos porcentuales en un año… y no en muchas docenas en unas pocas semanas, como es necesario para sostener la expansión de las transacciones ”. Ante la » ausencia de dinero en efectivo, los negocios tendrían que restringirse o llevarse a cabo a precios mucho más bajos, lo que provocaría una depresión y crearía desempleo «.
Esta espiral deflacionaria, que afecta a todos los actores de la economía, fue descrita hace ya mucho tiempo por el excandidato presidencial William Jennings Bryan en 1896: “No debemos crucificar a la humanidad en una cruz de oro”. Pero, para los ricos, por supuesto, el patrón oro era algo bueno, ya que protegía sus activos de la inflación.
La alternativa a la «cruz de oro» era que los gobiernos garantizaran la circulación con suficiente dinero para mantener los negocios en marcha. Para este propósito, se podría producir, (en lugar de la moneda respaldada por el oro o la plata) una moneda » fiat «: un papel moneda emitido a voluntad por el Tesoro o los Bancos Centrales.
Sin embargo, el problema con las monedas «fiat» era que no podían circular en territorio extranjero. ¿Cómo, entonces, en una economía global, se haría posible el comercio exterior con una sola moneda?
Los imperios español y portugués tenían una solución para mantener el flujo de los metales preciosos: robaban el oro y la plata de sus colonias. De hecho obligaron a los pueblos indígenas a trabajar hasta la muerte en las minas, cometiendo verdaderos genocidios.
Los imperios holandés y luego británico obtuvieron el oro utilizando una variedad de mecanismos, incluido el monopolio del comercio de esclavos a través del «Assiento de Negros» de 1713 y el robo de tierras indígenas en los Estados Unidos y Canadá. La plata robada se utilizó para comprar valiosos bienes provenientes de China.
También, Gran Bretaña robó la plata de China después de las Guerras del Opio y la nación asiática tuvo que pagar una inmensa indemnización ( en plata) por perder ambas guerras.
Una vez establecido como Imperial global, los británicos impusieron en el patrón oro y utilizaron a la India para el imponer el patrón plata. En su tesis doctoral de 2022, el economista político Jayanth Tharappel llamó a este esquema “ apartheid bimetálico ”.
Gran Bretaña usó el patrón plata para comprar materias primas indias y el patrón oro para comerciar con países europeos. India fue utilizada como una fábrica de dinero para el control británico de la economía global y el país fue exprimido según las necesidades de Londres.
El mecanismo era el siguiente: India tenía superávit comercial con el resto del mundo, pero tenía un déficit comercial con Gran Bretaña, de tal manera que la metrópolis le imponía » aranceles domésticos» por el «privilegio» de ser saqueada.
Gran Bretaña también recaudó impuestos en el resto de sus colonias y semicolonias o, simplemente incautó dinero y bienes, que vendió con ganancias, provocando hambrunas con decenas de millones de muertes entre la población de los pueblos que dominaba.
El sistema Council Bills fue otro esquema ingenioso: la corona británica vendió papel moneda a los comerciantes a cambio de oro y plata. Estos comerciantes utilizaron las facturas del Council para comprar productos indios para luego revenderlos. Según una investigación de la economista Utsa Patnaik, entre 1765 y 1938 Gran Bretaña robó, de este modo, 45 billones de dólares a la India.
De las monedas respaldadas por el oro al dólar flotante
A medida que avanzaba el siglo XIX, un resultado indirecto de la gestión de sus colonias, tuvo un consecuencia inesperada: Gran Bretaña se quedó atrás en fabricación y en tecnología, en comparación con Alemania y los Estados Unidos. En ambos países los británicos habían volcado inversiones provenientes de la riquezas drenadas de India y de China.
En la Primera Guerra Mundial la superioridad industrial de Alemania y el alejamiento de Rusia de Gran Bretaña, después de la revolución bolchevique, dejó a los británicos enfrentando una posible derrota ante Alemania. Esto a pesar que el Reino Unido obligó a más de un millón de personas del subcontinente indio a luchar por el Imperio durante el conflicto (más de dos millones de indios servirían en los ejércitos de Gran Bretaña en Segunda Guerra Mundial) .
Los financieros estadounidenses prestaron tanto dinero a Gran Bretaña que si perdía la Primera Guerra Mundial, los bancos estadounidenses sufrirían una gran pérdida.
Al final de la guerra, para sorpresa de Gran Bretaña, Estados Unidos insistió que debían devolver el dinero prestado. Ante esta exigencia “la pérfida Albión”, decidió exprimir a Alemania con «reparaciones de guerra» y así pagar los préstamos estadounidenses. El pago de la deuda hizo que el sistema financiero mundial se derrumbará en medio de «una devaluación competitiva, guerras arancelarias y autarquía «, como cuenta Michael Hudson en su libro de 1972, Super Imperialism .
Después de la Segunda Guerra, Washington presionó para poner el fin a la zona dominada por la libra esterlina, esta manera los capitales estadounidenses impidieron que Gran Bretaña siguiera utilizando a India como su fábrica de dinero privado.
Pero, John Maynard Keynes, que había escrito Moneda y finanzas indias (1913), Las consecuencias económicas de la paz (1919) y Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936), creía haber encontrado una forma nueva y mejor de proporcionar la mercancía-dinero necesaria para el comercio exterior y la mercancía-dinero necesaria para los negocios internos, sin crucificar a nadie en una «cruz de oro».
En la conferencia económica internacional de 1944 en Bretton Woods, New Hampshire, Keynes propuso un banco internacional con una nueva moneda de reserva, el bancor , que se utilizaría para resolver los desequilibrios comerciales entre países.
Si México necesitaba vender petróleo y comprar automóviles de Alemania, por ejemplo, los dos países podrían comerciar en bancors. Si México debiese más bancors de los que tuviere , o si Alemania tuviera un superávit, una Unión Internacional de Compensación ejercería presión en ambos lados: devaluación de la moneda para los deudores, pero también revaluación de la moneda y pago de intereses punitivos a los acreedores. .
Mientras tanto, los bancos centrales de las naciones deudoras y acreedoras podrían seguir los consejos de Keynes y usar su poder de creación de dinero para estimular la economía nacional, dentro de los límites de recursos y mano de obra a nivel nacional.
Keynes hizo su propuesta, pero Estados Unidos tenía un plan diferente. En lugar del bancor, el dólar, respaldado por el oro guardado en Fort Knox, debía ser la nueva moneda de reserva y el medio de cambio mundial.
Al salir de la Segunda Guerra con su economía intacta y con la mayor parte del oro del mundo, Estados Unidos lideró la guerra de occidente contra la Unión Soviética. Para ello utilizó todas las armas que tenía disponibles, desde golpes de estado hasta «ayudas para el desarrollo».
Económicamente, las herramientas estadounidenses incluían préstamos para la reconstrucción en Europa, préstamos para el desarrollo del Sur Global y préstamos de para las balanza de pagos a países con problemas (los llamados «paquetes de rescate» del Fondo Monetario Internacional).
A diferencia de la Unión Internacional de Compensación propuesta por Keynes, el FMI impuso sanciones a los deudores y ha privilegiado sistemáticamente los intereses a los acreedores.
Esta posición única del dólar le dio a Estados Unidos lo que un ministro de finanzas francés llamó un » privilegio exorbitante «. Mientras que todos los países tenían que exportar para obtener dólares para sus importaciones, Estados Unidos, simplemente emitía dólares para comprar bienes y recursos por todo el mundo.
El respaldo del oro se mantuvo, pero el costo de la dominación mundial se volvió muy costoso para Washington. La Guerra de Vietnam fue su punto de inflexión. A partir de 1965, Francia, seguida de otros, comenzaron a mirar con desconfianza a un dólar supuestamente respaldado por oro. Los franceses empezaron a cambiar dólares por el oro de Fort Knox , hasta que Washington canceló el dólar basado en el oro y la moneda del nuevo Imperio comenzó a flotar libremente en 1971.
Del petrodólar a la desdolarización
Cuando la URSS se derrumbó, Estados Unidos declaró un nuevo orden mundial y lanzó las “nuevas guerras híbridas», incluida la guerra contra Irak. La moneda del nuevo orden mundial fue el petrodólar apoyado por las armas.
El bombardeo y la ocupación de Irak en 1990 fue seguido por más de una década de aplicación de un arma económica con efectos mucho más devastadores que que las aplicadas con saña contra la URSS : las sanciones globales.
Aparte de la manipulación de precios: a Irak no se le permitió vender su petróleo, ni comprar medicamentos o tecnología. El resultado fue la muerte de cientos de miles de niños.
Varios autores, entre ellos la Unidad de Investigación de Economía Política de la India( Detrás de la invasión de Irak) y el escritor estadounidense William Clark (en Petrodollar Warfare ) han argumentado que el eventual derrocamiento de Saddam Hussein fue provocado por la amenaza de comenzar a comerciar petróleo en euros en lugar de dólares. Desde entonces, Irak ha estado bajo ocupación estadounidense.
Sin embargo, parece que la era del dólar como arma de dominación está llegando a su fin, y lo está haciendo a un ritmo » impresionante «. Después de la cumbre Putin-Xi el dólar se enfrenta a un esfuerzo combinado entre China y Rusia para desdolarizar el comercio mundial. Hoy los problemas del dólar han aumentado y los pilares que lo sostienen son visiblemente inestables:
- Estados Unidos ya no es el productor dominante y China se ha puesto al día en ciencia y tecnología.
- Estados Unidos ya no parece ser un modelo de desarrollo para los países del Sur global y no puede competir con los acuerdos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, en África y otras partes del mundo.
- Estados Unidos ha sancionado a tantos países (Rusia, Irán, Venezuela, Cuba y China) que estas naciones empiezan a alcanzar una gran masa crítica comerciando entre ellos.
- El poder militar de EE. UU. ya no se considera «supremo» después de no lograr un cambio de régimen en Siria y retirarse de Afganistán.
- Aunque Estados Unidos consiguió reducir drásticamente las ventas de gas ruso a Europa, haciendo estallar el Nordstream, Washington no han logrado convencer a India ni a China para que aplique sanciones a Rusia: estos países compran la energía rusa y la están vendiendo a Europa .
Después de ver cómo EE. UU. roba las reservas rusas y el oro venezolano sus aliados se están mostrando reacios a tener activos en dólares o mantener estos activos en territorio estadounidense, lógicamente quiere evitar el secuestro de su riqueza.
Arabia Saudita negociará con China en yuanes en lugar de dólares, terminó la guerra respaldada por Estados Unidos en Yemen, hizo las paces con Irán y recibió al presidente sirio Bashar al-Assad en una cumbre de la Liga Árabe en mayo de 2023.
Pero, ¿qué reemplazará al dólar?
“ Una economía globalizada necesita una moneda única ”, dijo Fareed Zakaria a CNN después de la cumbre Xi-Putin. “ El dólar está estable. Se puede comprar y vender en cualquier momento y se rige en gran medida por el mercado y no por los caprichos de un gobierno. Por eso los esfuerzos de China para expandir el papel del yuan a nivel internacional no han funcionado . Pero, la gobernabilidad del dólar por los “ caprichos de un gobierno ”, es precisamente la razón por la que los países buscan alternativas.
El economista del Foro Económico Mundial se consuela porque el sustituto del dólar no será el yuan. Irónicamente reconoce: “si Xi Jinping quisiera causar un dolor mayor a Estados Unidos, liberalizaría su sector financiero y convertiría al yuan en un competidor real del dólar. Pero esto lo llevaría en la dirección de los mercados y la apertura que es lo opuesto a sus objetivos actuales”.
Fareed Zakaria está equivocado.
China no necesita liberalizar para internacionalizar el yuan. Cuando el dólar era supremo, Washington, simplemente prohibía a los tenedores extranjeros de dólares comprar empresas o activos estadounidenses, limitándolos a poseer valores del Tesoro.
Pero, como argumentó el economista chino Yuanzheng Cao, ex economista jefe del Banco de China (Estrategias para internacionalizar el renminbi ) Beijing puede internacionalizar el yuan sin intentar reemplazar el dólar e incurrir en la política imperialista que ha utilizado Estados Unidos con el dólar. Solo necesita garantizar el uso estratégico del yuan en una canasta variada de monedas (como los swaps de divisas).
En otros lugares, la idea de posguerra de Keynes de una moneda de reserva mundial gana terreno. El presidente brasileño Luiz Inácio (“Lula”) da Silva propuso una versión regional del bancor, con la moneda Sur.
El economista ecuatoriano y excandidato presidencial, Andrés Arauz, describió al Sur de la siguiente manera : “ La idea no es reemplazar la moneda nacional y soberana de cada país, sino tener una moneda adicional, una moneda complementaria, una moneda supranacional para el comercio entre los países de la región, comenzando por Brasil y Argentina, que son dos economías centrales del Cono Sur, y luego debería ampliarse al resto de la región” .
Lula propuso el Sur con la idea de una moneda de los BRICS. El economista ruso Sergey Glazyev propone una especie de bancor respaldado por una canasta de materias primas.
Los sistemas monetarios reflejan el equilibrio de poder en el mundo: no lo cambian. El patrón oro anglosajón y el dólar estadounidense reflejaron durante siglos el poder del imperial de Occidente. En un mundo multipolar, sin embargo, deberíamos esperar acuerdo monetarios mucho más diversos. Hacía ya vamos.