MOHAMED SWEIDAN, INVESTIGADOR DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS DE EGIPTO
El 15 de noviembre, The Guardian causó revuelo en las redes sociales al eliminar de su sitio web una carta escrita por el fallecido líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, titulada «Una carta a Estados Unidos». La misiva, que permaneció en la web durante más de dos décadas, ahondó en las razones detrás de los fatídicos ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos. El ataque según Bin Laden fue una respuesta a las injusticias cometidas por los estadounidenses en Afganistán, Palestina y otras partes del mundo islámico.
La misiva se volvió viral y fue ampliamente compartida entre los jóvenes estadounidenses en las plataformas de redes sociales, y muchos estuvieron de acuerdo con su mensaje sobre las políticas exteriores de Estados Unidos en Asia occidental y han provocado una reevaluación de las narrativas occidentales que hasta ayer respaldaban las interminables ‘guerras contra el terrorismo’.
Este inusual incidente podría no haber ocurrido si Israel no estuviera bombardeando sin piedad la ocupada Franja de Gaza durante las últimas seis semanas. La operación Diluvio de Al-Aqsa de la resistencia palestina en el sur de Israel -y la respuesta desproporcionada de Israel a ella- ha cambiado radicalmente el sentimiento global sobre Israel y su benefactor estadounidense, se ha empezado ha destruir décadas de narrativas occidentales cuidadosamente formuladas y la ira global se dirige hacia Estados Unidos por su instigación de conflictos, destrucción y terrorismo en Asia occidental y más allá.
La batalla por el Sur Global
El campo de batalla por la influencia en el Sur Global se ha convertido en una prioridad occidental, según un artículo de principios de este año en el Financial Times , que observaba que «el destino del mundo democrático se decidirá en gran medida en el llamado Sur Global».
Este sentimiento fue compartido por la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en la Conferencia de Seguridad de Múnich de este año, enfatizando la necesidad de persuasión y asociación con los países del Sur Global, especialmente aquellos que están “indecisos”. Otros líderes occidentales, como el presidente francés Emmanuel Macron, han reconocido abiertamente el fracaso de Occidente a la hora de abordar los dobles estándares , instando a un nuevo acuerdo para recuperar el Sur Global.
Los escritos y declaraciones a lo largo del año plantean la urgencia de desarrollar una estrategia occidental que respete a las naciones del Sur Global, aborde sus preocupaciones y demuestre un compromiso genuino con la colaboración. Para estos líderes es particularmente desalentador reconocer que Occidente practica dobles estándares con su tan publicitado «orden basado en reglas».
Roland Freudenstein, vicepresidente del Centro de Estudios EuropeoGLOBSEC, sostiene que “la comunicación respetuosa debe ir de la mano de esfuerzos concretos para abordar las cuestiones materiales y las dependencias del Sur Global”.
Bloomberg publicó un artículo titulado «Occidente debe ofrecer al Sur Global un nuevo acuerdo», en el escrito el autor enfatiza que ganar la batalla contra China y Rusia requiere que Occidente se gane a los países del Sur Global enfocándose en temas que les importan. Y Politico sostiene que “para castigar a Putin, Occidente debe hablar con el Sur Global como socios”.
Esto parece ser casi imposible. La firma de inteligencia GIS Reports sostiene que “Occidente todavía malinterpreta al Sur Global”, un hecho que quedó muy claro cuando el Occidente colectivo puso un peso considerable detrás de la destrucción de Gaza por parte de Israel.
Los acontecimientos del 7 de octubre ilustraron los elementos que Occidente intentó restar importancia: dobles raseros, hipocresía y un enfoque egocéntrico.
El rechazo diplomático del Sur Global
Para contrarrestar a Rusia y confrontar a China, Occidente ha adoptado la narrativa de «defender el orden mundial basado en reglas», un grito de guerra empleado por la UE y Estados Unidos durante la guerra de Ucrania. Sin embargo, el apoyo simultáneo de Occidente a las acciones genocidas de Israel contra los palestinos ha expuesto una aplicación selectiva de normas internacionales impulsada por intereses geopolíticos.
Un artículo de Foreign Policy advierte que “cuanto más dure la guerra entre Israel y Hamas, mayor será el riesgo para la credibilidad occidental en el sur global”.
La respuesta de la mayoría global a la guerra trasciende la cuestión palestina, particularmente en África, Asia y América Latina. Al ver el conflicto a través del lente de su propia lucha contra el colonialismo y el imperialismo, la ira del Sur Global no ha hecho más que intensificarse con cada nueva semana de guerra.
La inconsistencia de Occidente, que defiende a los ucranianos “rubios y de ojos azules” mientras arma la masacre de palestinos “morenos” en Gaza, ha destruido por sí sola la eficacia de cada narrativa occidental desde la Segunda Guerra Mundial.
Para poner esto en perspectiva, el número de palestinos asesinados en sólo un mes ya superó las muertes de civiles en dos años de guerra en Ucrania.
Esta disparidad en la valoración humana se está registrando fuertemente en el Sur Global. La pregunta es si aprovechará esta oportunidad para combatir las décadas de injusticias y crímenes infligidas por Occidente, incluido, por supuesto, Palestina.
De hecho, la opinión pública en el Sur Global ha incitado a varios jefes de Estado a tomar medidas contra el Estado ocupante. Bolivia fue el primero en cortar los vínculos con Tel Aviv, mientras que Belice suspendió los suyos. En otros países, Chile, Colombia, Honduras, Bahréin, Jordania, Turkiye, Chad y Sudáfrica retiraron a sus embajadores.
Aunque el Sur Global aún no se ha pronunciado definitivamente, las consecuencias de este conflicto están a punto de moldear la percepción de sus relaciones con Occidente. El apoyo incondicional a las acciones israelíes podría desencadenar una reacción irreversible contra los intereses de Washington en su competencia estratégica con Beijing, Moscú y Teherán.
La erosión del poder blando de EE.UU.
Las perspectivas de investigadores universitarios ofrecen una comprensión más profunda de algunas consecuencias potenciales. El académico brasileño Lucas Goalberto do Nascimento, de la Universidad Federal de Río de Janeiro, explica:
«La mayoría de la opinión pública en el Sur Global tiene una actitud negativa hacia Estados Unidos y sus aliados por su apoyo de la invasión israelí en curso. Como resultado, el Sur Global mira a otras potencias que respetan al estado palestino de una manera positiva, ya que tratan de contrarrestar los intentos unilaterales occidente por imponer su voluntad».
El Dr. Mario Antonio Padilla Torres de Cuba afirma que:
« Estados Unidos siempre ha apoyado al sionismo israelí y, por lo tanto, también es culpable de genocidio contra los palestinos. Creo que Estados Unidos perderá credibilidad en el mundo a causa de esta guerra, y que China, Rusia y otras potencias emergentes serán más creíbles. «
Según el Dr. Monogit Das , un investigador geopolítico indio:
«Una visión negativa de Estados Unidos en el Sur Global podría crear oportunidades para que otras potencias como Rusia y China fortalezcan su influencia, especialmente si se posicionan como defensores de un enfoque más equilibrado y basado en principios para los conflictos en Asia Occidental».
El investigador armenio Ashkhin Givorjian también anticipa una visión negativa de Estados Unidos, lo que podría influir en las actitudes de los gobiernos, mientras que Maria Aniyukhovskaya, investigadora de la Universidad Estatal de Bielorrusia, aboga por que potencias mundiales como Rusia y China intervengan y se conviertan en un salvavidas para las víctimas palestinos.
El poder palestino y el Sur Global
Es importante destacar que la campaña de limpieza étnica de Israel en Gaza también ha asestado un duro golpe a los esfuerzos de Occidente por cultivar el poder blando, cuya aceptación de la «estética del modelo occidental» ha sido fundamental para generar consenso para un orden global liderado por Estados Unidos. .
Lo que es seguro es que el Sur Global, ya profundamente motivado para manejar su propio timón en un mundo multipolar, está en una posición mucho más fuerte para rechazar colectivamente los dobles raseros, las presiones y los dictados de Washington y sus aliados.
El brutal asesinato en masa de civiles no sólo ha vuelto a centrar la atención internacional en la causa palestina, sino que también sirve como un severo recordatorio que la colusión de unos pocos Estados occidentales puede representar una amenaza existencial para la comunidad internacional.
En un momento en que los líderes occidentales buscan estrategias para recuperar influencia en el Sur Global – después de perder ante Rusia durante el conflicto ucraniano – las acciones de Israel han frustrado todas las iniciativas atlantistas destinadas a rehabilitar la imagen «benévola» de Occidente.
Esencialmente, la resistencia palestina ha asestado un duro golpe al esfuerzo occidental de asegurar influencia en el Sur Global. En todo caso, a medida que la brutalidad de Israel continúa, es probable que la mayoría global se resista de manera más abierta y activa al paradigma basado en reglas, socavando los objetivos estratégicos de Occidente contra las potencias rivales.
La cuestión crucial es si los competidores de Washington aprovecharán esta oportunidad para promover sus propios intereses.