MARTÍN JAY, PERIODISTA BRITÁNICO, CORRESPONSAL EN ORIENTE MEDIO
En realidad, no existe la libertad de expresión en Occidente. Su precio es muy alto para quienes quieren protegerla y valorarla.
El arresto de Pavel Durov marca un nuevo punto de la escoria que domina occidente, y de su desesperación por permanecer en el poder a costa de controlar las redes sociales.
Pavel Durov, propietario de Telegram y residente en Dubai, podría pasar meses y posiblemente años en prisión por las falsas acusaciones que ha inventado el Estado francés simplemente porque se ha negado ha permitir que ningún gobierno instale una puerta trasera para acceder (espiar) a los usuarios de Telegram.
Durov ha luchado con uñas y dientes contra esta censura durante años, particularmente contra Estados Unidos, que ha utilizado todos los trucos sucios posibles para acceder a la plataforma con oscuros fines (destruir a figuras de la oposición, narrativas bélicas, etc.) en lugar de hacerlo para identificar a terroristas y criminales internacionales.
Mientras la población del Reino Unido reflexiona sobre cómo su propio estado se hunde en un nuevo nivel totalitario con el arresto de sus ciudadanos que simplemente dieron un «me gusta» a una publicación en alguna de las plataformas de redes sociales, Paris ha arrestado a este genio con doble nacionalidad, franco-rusa, acusándolo de los crímenes que comete algún usuario desquiciado en su red social
Y por este retorcido mecanismo, se pretende acusarle de “cómplice” de terrorismo, tráfico de menores, drogas y cualquier otra cosa que se puedan encontrar pérdida en la plataforma . No ha que olvidar que Telegram tiene más de mil millones de usuarios en todo el mundo. Al acusar a Durov es como si el gobierno francés acusara a la Renault por un accidente cometido por un conductor ebrio o drogadicto. Las redes como los automóviles son solo un vehículo , las primeras para comunicarse , los segundos para trasladarse
Por supuesto, las mismas reglas no se aplicarán a Elon Musk, quien tiene individuos que cometen actos criminales en su plataforma. De hecho, estos patéticos personajes pululan en todas las redes sociales.
Pero, ¿cuántas de estas plataformas mantienen la misma “política de respeto a la privacidad adoptada por Telegram? Nos hacen creer que la mayoría de ellas lo están haciendo, pero a la luz del arresto de Durov ha quedado claro que las redes sociales más importantes han permitido el acceso a los datos de sus clientes por parte de los servicios de inteligencia occidentales.
A Elon Musk le gusta alardear de su negativa a cumplir con las demandas de la UE que exige «moderar» a quién utiliza X. El multimillonario sostiene que las otras redes sociales aceptaron el trato que le ofreció Bruselas de facilitar “una puerta trasera”(para espiar) a cambio de otorgar indulgencia en futuras multas antimonopolio.
Esta oferta, que según Musk fue aceptada alegremente por la mayoría de plataformas de internet es algo parecido a que la UE ofrezca un sobre lleno de dinero a un hombre en un pub. Es un soborno a todas vistas y da una pista de lo antidemocrática que es la UE y cómo opera en las sombras.
El arresto del creador de Telegram, hecho por los franceses, sin embargo, es más grave, ya que suponemos, sin equivocarnos, que no fue Francia la que actuó sola para detener a Durov. Con toda probabilidad el FBI, la CIA y el Mosad israelí presionaron a Macron para que hiciera este trabajo sucio.
Un dato no menor es que hace poco, Netanyahu se quejó que se estaba usando Telegram para intercambiar datos robados al Mosad y le pidió a Durov que interviniera y los recuperara. El israelí no recibió respuesta de Durov.
¿Participó el Mossad en el arresto del creador de Telegram? ¿Fue, en realidad una operación de secuestro para que su piloto aterrizaran en París? El canal de televisión francés TF1 dijo que Durov, que vive en Dubai, había viajado desde Azerbaiyán y que fue arrestado alrededor de las 8 pm del sábado 24 de agosto, pero no indicó que el destino del avión era Francia.
Los detalles sobre el arresto son muy vagos, pero según Reuters, Durov, cuya fortuna fue estimada por Forbes en 15.500 millones de dólares, denunció hace pocos días que algunos gobiernos habían tratado de presionarlo. Pero, que su aplicación seguiría siendo una «plataforma neutral» y no un «actor en la geopolítica».
Otra pregunta que surge a raíz de la detención es si se trata de un esfuerzo internacional de los países occidentales encabezados por Estados Unidos (en conjunto con Israel) para tantear el terreno de otros arrestos importantes .
Algunos abogados han sido tachados de teóricos de la conspiración por sugerir que Elon Musk será arrestado en algún momento, o acusado en ausencia por el Reino Unido, ante algunas publicaciones controvertidas que han hecho los usuarios de X (ex Twitter ) sobre la situación política en ese país y de la UE. Todo indica que se ha iniciado una batalla legal contra Musk después de que se negó a responder a dos cartas que le envió un comisario europeo francés.
Tal vez incluso los demócratas en los EE. UU. podrían jugar la misma carta, dado que Musk ha perdido toda credibilidad como actor neutral después de haber apoyado abiertamente a Trump, quien le ha prometido un puesto si llega a ganar las elecciones.
En realidad, no existe tal cosa como la libertad de expresión en Occidente. Tiene un precio muy alto para quienes quieren protegerla y ahora se pondrá a prueba en el panorama político francés con la detención de Durov.
Las declaraciones del presidente francés son otro error de juicio notable, uno parecido al que cometió al convocar elecciones parlamentarias anticipadas dándole demasiado poder a los grupos de extrema derecha.
Macron puede haber tenido en cuenta que Durov no tiene la popularidad de Assange. El Presidente francés cree que la detención de Pavel Durov no despertará la reacción popular que produjo el encierro de Assange en una sucia y húmeda celda del Reino Unido , por acusaciones falsas de los Estados Unidos y por ejercer el periodismo de investigación.
Lo que es especialmente preocupante es el encarcelamiento “express” de personas que tienen un gran número de seguidores en Internet. Esta práctica se está convirtiendo en una rápida tendencia para que la gente se acostumbre a la censura y la cancelación .
La guerra entre los que quieren controlar la “verdad” impuesta por la narrativa oficial y los que tienen la verdad real se está calentando. Scott Ritter, Andrew Tate, Richard Medhurst, todos fueron arrestados con pocos días de diferencia, mientras que el propio Musk cerraba el canal de televisión al comediante egipcio pro palestino, Bassem Youseff, que tenía 10 millones de seguidores en X.
Lo que estamos presenciando es un nuevo nivel de desesperación: las élites occidentales tienen más miedo que nunca. Después de malgastar cientos de miles de millones de dólares en Ucrania y de estar a punto de iniciar una guerra mundial en Oriente Medio, los votantes ya no confían en su toma de decisiones, ya que la gente de a pie tiene que luchar por llegar a fin de mes y teme no poder calentar sus casas el próximo invierno.
Este tipo de censura a la libre expresión en Occidente es un nuevo récord de las élites, ahora están recurriendo a tácticas por las cuales han descalificado hipócritamente a China o Corea del Norte hace unos pocos años. Con la detención de Pavel Durov, Occidente y sus élites demuestran un nivel de pánico que no hemos visto antes.